2 cosas por las que paso del 53% de esta lista.

Mira. 

Me crié en un barrio. 

No es ni mejor, ni peor. 

Ahí caí un buen día sin poder decidir. 

Como debe ser, que para eso están los padres.

Los niños crecen cómodos y seguros con rutinas y normas. 

No deciden ellos donde viven o la hora de cenar. 

No hay “moderno” que me haga verlo de otra forma. 



Bien. 

Esto te lo digo porque el soporte a mis clientes me lo tomo muy en serio. 

Yo leo, yo respondo. 

Pero si no eres mi cliente, probablemente no te lea y casi seguro que no te respondo. 



Y te voy a decir el motivo. 

Son dos. 



El primero es que me críe en un barrio, chungo, del sur de Madrid, 

Y en ese barrio a los cantamañanas y los mentirosos se les ponía firmes. 



Entonces yo no te puedo vender con el cuento del marketero pitufero de que me preocupas mucho, que estoy aquí para ayudarte y de que mi misión es cambiar el mundo, darte golosinas y arroparte por la noche. 



Eso es mentira. 



Los desconocidos apenas ocupan mi tiempo de preocupación. 



No sé si eso me convierte en un ser horrible que se come a los niños por la noche pero…



¿Sabes qué? 

Tengo familia. 

Y problemas. 

Y amigos. 

Y vida. 

Y pesas rusas. 



Mi aportación al mundo que no me importa es no joderlo. 

Siempre he procurado no joder a nadie. 

En serio. 



Y creo que no se me ha dado mal. 

Siempre he estado en mi mundo, en mis cosas.



Por tanto, si nunca me has comprado nada, te respeto, te deseo lo mejor, pero no estoy aquí para hacerte feliz ni para regalar mi conocimiento. 

Como te decía antes, eso sería mentira. 



La segunda razón es que hay gente que me paga mis materiales desde hace años. 

Y a esos es a los que debo atender. 

Leer, responder y tratar de ayudar tanto como pueda. 



Esta es mi manera de ver la vida, no trato de convencerte para que tú la veas así, 

Es solo mi vida. 



Y esto es la que te encontraras en mi libro “escribo porque me gusta ganar dinero”

Para algunos es basura. 

No soportan mi forma de ser, hablan con odio de mí. 

Me da risa. 

Son pobres diablos.

No entienden nada. 

A más desprecio y más lo dicen, más libros vendo. 



Para otros el libro es la polla. 

Esa gente me gusta. 



Han estado tirados en el charco. 

Y saben que se puede salir con cabeza, corazón y cojones. 



Lógicamente, solo soy un mortal simple y básico, por tanto a los gilipollas y a los envidiosos no les puedo enseñar nada. 

Escribo porque me gusta ganar dinero. El libro.