Mira.
La lección de esta semana (solo podrás disfrutar de ella en tu área privada si entras hoy viernes antes de las 23:59h) es muy sencilla.
Por un lado, tiene un extra que solo por el ángulo que te cuento ahí, amortizas varios meses de membresía.
(Lo digo pensando en gente que tiene su propio negocio y su propia cabeza.
Si eres de los que creen que la gente que gana mucha pasta por que son malas personas, de insana ambición, vendehumos o porque tienen suerte, es mejor que te prepares una oposiciones y no te compliques la vida que bastante desgracia tienes con lo que tienes.
Quiero decir, esto no es para mocosos, ni miedosos, ni para envidiosos).
Bien.
Luego, incluye la lección semanal.
En una parte concreta de la lección (a la altura del minuto 09.50) digo exactamente, esto…
“Hay una cosa que está muy clara y es que llevamos escuchando durante muchísimo tiempo que el cliente es el centro de todo.
Yo no digo que esto sea verdad, no digo que sea mentira. No voy a entrar en ese en ese debate. Pero sí que te digo que creo que se dice mucho por decir.
O sea, que no pensamos realmente en lo que decimos.
Que muchas veces repetimos las cosas. Todos.
En algunas ocasiones, sin tener muy claro por qué decimos lo que decimos.
Y me da la sensación de que muchísimas veces, cuando hablamos del cliente en el centro de todo, se repite sin saber por qué se hace.
Entonces, cuando yo estaba con XXX, ellos querían que yo les dijera cómo poder argumentar cualquier cosa en ventas.
Qué utilizaba para dar buenos argumentos de venta.
Los verdaderos argumentos.
Cómo utilizaba el copywriting, cómo utilizaba las palabras, la comunicación, para poder conseguir eso.
les comenté lo que te voy a comentar ahora…”
(Por cierto, esta lección incluye el ejercicio que siempre, siempre, hago antes de escribir cualquier página de ventas y que es la primera vez que voy a contar.
Lo hago a partir del minuto 20:00, la profundidad de dibujar en la mente de la gente)
Y para finalizar…
Bueno, ya me parece demasiado por hoy:
Membresía de copywriting