Mira.
El otro día me escribió un editor portugués.
De un grupo fuerte. Fuerte, fuerte.
Me dijo que el libro le había parecido brillante y genial.
Ojo, es su opinión no solicitada, lo mismo a ti te parece basura.
Todo en orden.
El caso es que esta editorial habló con la mía (Alienta, Planeta), han comprado los derechos y en junio estará traducido al portugués.
Si sabes leer en español no hace falta que esperes.
Si prefieres leer en portugués, pues cuando antes por allí de viaje lo compras.
O se lo encargas a Cristiano Ronaldo.
Si el libro se hiciera conocido allí alguno me diría (mejor con acento portugués mental)…
“Vende humiños”
“Es un groseiro. No aprendí nadiña con su libriño”
Si no me hago conocido allí, pues no me dirán nada.
Es ley de vida.
Si te va bien de pelotas, tocas las pelotas.
Si no te va muy bien, pues no molestas a nadie.
Sinceramente, no te deseo esa putada porque no te conozco de nada.
Quiero decir, si no recibes críticas es que estás mal de dinero.
Que no es nada de lo que avergonzarse, obviamente. yo estuve así casi toda mi vida.
Bien.
En mi libro, “Escribo porque me gusta ganar dinero” enseño 21 emails.
Los primeros 21 mails que escribí para mi propio negocio.
Y no solo te los enseño, es que también te enseño la psicología que hay detrás de cada uno de ellos.
Tú podrás aplicarlo. Si quieres.
Es en el capítulo 2 del libro. Luego hay mucho más.
Y si los lees con atención, podrás hacer emails tan rápidos y rentables como, posiblemente, sea este:
Escribo porque me gusta ganar dinero. El libro.