El otro día mandé un email hablando de mi nuevo libro.
Y muchas personas (calculo que unos 25 millones de personas o 26) me preguntaron de qué iba el libro.
El libro es sobre copywriting.
Y una de las 25 millones (o 26) que me escribió para preguntarme por el nuevo libro aprovechó y me dejó su opinión no solicitada.
Era una mujer.
Los haters suelen ser hombres.
Hay más haters hombres según un estudio de la prestigiosa universidad de mis santas pelotas, pero esta vez era una mujer con algún tipo de problema sin resolver.
A ver, haber, haver.
Decía así:
«Sea como sea, no te pienso comprar el libro y por tu bien, no le pongas un título tan arrogante como el primero. Es obsceno tu obsesión por el dinero».
Madre mía.
Si a esta tipa le parece obsceno mi obsesión por el dinero, si le susurro mis perversiones al oído le da un infarto.
Bueno.
Como el email iba con firma entré en Amazon y resulta que tenía un libro.
En el libro decía que era «Un libro para entender la vida».
Con dos cojones.
O sea, alguien que dice que con su libro vamos a entender la vida llamando arrogante a cualquier otra persona del universo.
No creo que lo hagan aposta, es que son muy tontos. Son muy tontos, muy tontos, de verdad.
En fin, que hoy es sábado.
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Escribo porque me gusta ganar dinero. El libro.