Las personas somos mucho menos listas de lo que nos creemos.
Mucho menos.
Mira.
Hace tiempo le enseñé una carta de venta a tres amigos.
Esta carta era para hombres que tenían muchos problemas para relacionarse con mujeres.
Vamos que si una mujer les gustaba era más fácil que sacaran una oposición de notario que su teléfono.
Eran hombres con problemas de autoestima para relacionarse con ellas, ya sabes…
Como decía antes, esa carta se la enseñé a tres amigos.
Los tres me dijeron que la carta era muy larga (tenía más de 5000 palabras) y que eso no lo leería nadie.
Bien.
Dos de esos tres amigos estaban casados y aunque como buenos casados, follaban poco, algo follaban.
Quiero decir, no tenían problemas para relacionarse con mujeres pues ya tenían.
Y el otro era un tío que ligaba mucho y con mucha facilidad desde chaval.
Total, que los tres decían esa carta no funcionaría porque era muuuuuuuuuuuuuuuuuuy larga.
¿Resultado?
Una de las cartas con mayor conversión que he visto.
Entonces no hace falta ser astronauta para saber cuál era el “problema”…
…pues que el público objetivo no eran ninguno de mis tres amigos.
Así que en mi opinión no solicitada de hoy, deberías ignorar las opiniones de tus familia, pareja y amigos.
No suelen tener ni idea, no son el público objetivo y al igual que tú y que yo, son mucho menos listos de lo que se piensan.
La gente ve algo, no lo entiende y dice lo primero que se le pasa por la cabeza sin saber el trabajo que hay detrás.
Para que te hagas una idea, a mí me están “enseñando” a escribir desde que saqué la web.
Y te voy a decir una cosa, entre nosotros…
No soy el público objetivo.
Escribo porque me gusta ganar dinero. El libro.