En Gijón, todos los años, se organiza una feria de animales.
Vacas, gallos, cabras, caballos, en fin, ya sabes.
Este año llevé a mi hija, para contarle historias de animales mientras los ve en directo.
A los niños hay que comprarles poco y contarles mucho.
Si a un niño le compras un montón de cosas, luego, cuando se hace mayor, lo mismo quiere solucionar sus problemas con una plantilla.
Así que mejor contarles mucho, para que aprendan a resolver sus pequeños problemas.
Bien
Dentro del recinto vimos una cola enorme.
Por la cantidad de gente, esperaba encontrarme a Trump o un congreso de expertos en marketing online para multiplicar mis ingresos por 7 en menos de 7 minutos.
Pero no.
Estaban regalando un culín (un vaso de sidra, te lo aclaro por si viajas poco, como yo) y un trozo de empanada.
Estaban haciendo cola porque les regalaban un trago y un bocado de empanada.
Todos iban vestidos. También parecían gente con ducha en casa.
¿Qué puede llevar a una persona, bien alimentada, a guardar una hora de cola por un trozo de empanada?
Ni idea…
El caso es que me senté en una terraza que estaba vacía, justo enfrente.
Para mí, una cerveza, para mi pequeña, un trozo de empanada y un vaso de agua.
Total: 3,50€.
Sentado, tranquilo. Eran 3,50€ o una hora haciendo cola.
Te animo a que preguntes en tu entorno.
¿Harías una hora de cola si te regalan una cerveza y un trozo de empanada o pagarías 3,50€ por ahorrar una hora de tu tiempo?
El 99% te dirán que pagan los 3,50€. Puede que incluso alguno se ofenda, ¿por quién me tomas?
Sin embargo, si vas a la feria, verás una cola enorme y, enfrente, el bar vacío.
Así que hago lo siguiente:
1-Escucho muy atentamente lo que dice la gente a la que quiera vender algo.
2-Investigo muy profundamente lo que de verdad quieren decir. (Todos sabemos que lo que se dice, lo que se piensa y lo que se hace, muchas veces no coincide)
3-Se lo ofrezco, por si lo quieren.
Cómo hacer todo eso está en Copywriting para atrevidos.
Isra Bravo