Aunque buenos vendedores te puedes encontrar en todos los sitios…
los mejores del mundo SUELEN ser los buenos vendedores a puerta fría.
Y los buenos vendedores que te venden por teléfono.
Principalmente, productos financieros y/o tecnológicos que no son sencillos de “ver”, aunque un buen vendedor, hace que los veas rápido.
Por supuesto, estos grandes vendedores venden desde el primer día.
Ojo, dicen a lo que van, no quiere decir que la venta no tarde en cerrarse días, semanas o meses.
Pero por supuesto, validan su experiencia y autoridad en la propia oferta.
¿Qué tú prefieres no vender y esperar a enamorar para así generar confianza?
Suerte.
¿Qué tú prefieres poner el ejemplo ese de “igual que el primer día no pides matrimonio el primer día no pides una compra”?
Pues nada, más suerte y vigila las tonterías que dices.
No te molestes, todos decimos tonterías, pero no las vayas a convertir en costumbre y te vayan a costar la ruina.
Por eso lo digo.
Bien.
Cuando alguien trata de vender algo, debe influir en un estado emocional.
No el suyo.
En el del otro.
Y ese estado emocional se puede generar perfectamente y sin dañar en absoluto la aportación, si lo primero que dices después de tu nombre, es sobre lo que vendes.
¿Esto es imprescindible?
No, claro. Se puede hacer de muchas formas.
Pero asociar el acto de venta temprana con una pérdida de confianza por parte del potencial cliente, es infantil.
Y es mentira.
Es infantil y es mentira.
Las dos cosas.
Y ese cuento es lo que dice la mayoría en la web.
No sé si a propósito o por ignorancia.
Y enseñar a la gente conceptos infantiles y mentirosos está bien para el que sea un niño y no se entere de nada.
Pero no está bien entre gente adulta.
Porque luego el 90% de los negocios online fracasa antes de dos años.
Cuando yo quiero aprender algo de lo que no tengo ni idea, cosas que lógicamente son mayoría absoluta, pues no me gusta que me traten como a un idiota ni como a un niño.
Puede que lo sea pero me gusta mantenerlo con discreción.
Y eso es lo que siempre me enseñó la gente de la que aprendí cosas que merecieron la pena.
Bueno,
Cada día que pasa, si tienes un negocio y no vendes, es un día perdido y dinero que está en otros bolsillos que no son los tuyos.
Y es un día donde tus posibilidades de supervivencia disminuyen.
Si esos días son costumbre, estás muerto. Tu negocio, no tú, espero.
¿Es eso grave?
Para mí sí.
Pero puede que tú tengas otra opinión no solicitada y prefieras tener miles de amigos imaginaros en RRSS a los que entregar mucho valor gratuito para demostrar que eres un gran profesional y mejor persona. Y mejor Padre y mejor Hijo y mejor Espíritu Santo.
Nada en contra.
Los que prefieren aprender a vender con la persuasión escrita, aquí:
Isra Bravo