Te voy a poner un ejemplo.
Un tipo de anuncio que me llegó por email sobre una tienda de mascotas.
El texto parece correcto.
Incluso he preguntado a varias personas que nada tienen que ver con el copywriting y me han dicho que les parece que está bien o muy bien.
Vale.
¿Cómo era el texto?
Así:
“Con este champú se irán esos bichos tan desagradables que molestan a tu mejor amigo, di adiós a las garrapatas con el champú XXX”.
¿Es bueno? ¿Es malo?
Es malo.
Hay que esforzarse más.
No hay otra.
Pero se puede mejorar una barbaridad con unos simples detalles.
Bien.
Ese mismo texto, exactamente ese, es el que utilizo en el módulo IV de mi curso de copywriting.
Y justo después explico los motivos por los cuales un texto así, que es como están escritos la mayoría (eso si se esfuerzan, todos hemos visto cosas peores) se dejan mucho dinero por el camino.
¿Solución?
Es sencillo.
En serio, es sencillo.
Con las herramientas adecuadas, con las preguntas correctas y con el ángulo claro, puedes aumentar considerablemente las ventas.
Vendiendo lo mismo.
A la mismas gente.
Al mismo precio.
Personalmente, me pasó muchas veces el ver negocios muy, muy parecidos y pensar… ¿y por qué este venderá mucho más que su competencia si son casi idénticos?
Pero no, si profundizas un poco no lo son.
Hay detalles. Hay cosas. Hay visiones.
No visiones de visionario.
Visiones de ser capaz de dibujar bien en la cabeza del cliente. De que las visiones las tengan ellos, no tú.
En todo caso, si quieres ver al detalle porqué este anuncio de perros es malo aunque parezca que está bien y cómo se debe mejorar y aplicar, vendas lo que vendas, te dejo enlace:
Curso de copywriting
Isra Bravo.