Mira.
Hace unos meses di un formación en una empresa.
Es un formato que me gusta especialmente.
Durante 3 o 4 horas me preguntan todo lo que les da la gana y yo respondo.
Es dinámico, divertido y muy rentable.
Se aprovecha la inteligencia colectiva y llegas a puntos que es imposible llegar si lo llevas todo preparado.
Llevo tiempo con ello y me gusta tanto que es un formato que me he traído para mi membresía.
Lo haré para mis socios una vez al mes.
El caso es que como te decía, hace unos meses hice esto mismo en una empresa muy pequeña.
Y lo que pasa cuando voy a una empresa es que los de marketing me conocen todos y me suelen odiar la mitad.
A ver, haber, haver…
Yo solo digo que la gente de marketing es la que menos sabe de marketing.
Pero tampoco hay que enfadarse.
Al menos, si sabes de marketing.
Entonces algunos están más a la defensiva que a lo que tienen que estar.
Y en esta empresa una chica me preguntó cómo lograr «imponer» nuestra visión a los clientes que YA nos han contratado.
Vamos a traducirlo:
Esta chica quería saber cómo podemos hacer para que los clientes no nos toquen los cojones.
Respeten nuestras opiniones
Y nos dejen trabajar tranquilos.
Bien.
Se lo expliqué.
Le expliqué el mejor método que conozco.
Me miró y me dijo…
«Eso con nuestros clientes no funcionaría. Nuestros clientes son diferentes».
-Muy bien. Pues sigue haciendo lo que estás haciendo hasta ahora que te va muy bien.
Bueno.
Para los que quieren probar y descubrir cosas y prefieren tener dinero a tener razón.
Escribo porque me gusta ganar dinero. El libro.