Ayer leí un artículo.
Un artículo científico (quiero decir, estaba escrito por alguien serio, no por algún Ministerio ni ninguno de sus medios subvencionados) que decía…
…que niveles adecuados de testosterona (en los varones) tenían consecuencias directas con el comportamiento.
Por ello, un buen nivel de testosterona hacía que estuvieras más dispuesto a asumir riesgos.
Que te la resbalen las críticas.
Tener mayor determinación.
Más capacidad de trabajo.
Tener menos miedos a la hora de decir lo que piensas.
Mayor energía.
Mayor capacidad de liderazgo natural.
Etc, etc.
Por contra, los seres humanos de la tierra (varones) con un nivel de testosterona bajo, solían ser más depresivos, con mayor tendencia a la tristeza, con mucho más miedo a asumir riesgos, con mayor tendencia a la crítica que a la acción y con pavor a ser juzgados.
Lo voy a traducir para los que como yo, no fueran al instituto:
Hay que echarle cojones a la vida.
No es mi opinión no solicitada de hoy.
Es algo científicamente demostrado.
Es la opinión, no sé si solicitada o no, de la ciencia.
Porque la testosterona puede subir o bajar dependiendo de qué acciones tomemos.
Determinadas acciones y alimentación hacen que suba nuestra testosterona.
Por tanto, lo de que hay que echarle cojones a la vida no es ninguna tontería ni una bravuconada.
Lo dice la ciencia.
A no ser que te guste ser triste, depresivo, paralizado por cualquier cuestión de dinero o riesgo y tengas más miedo que un bebé en medio de la noche por lo que cualquier pardillo vaya a opinar de ti o de lo que logres en tu vida.
Dicho esto, en la lección de esta semana (solo para socios de mi membresía dados de alta antes de este viernes a las 23:59h) vamos a ver copywriting inmobiliario.
Oh.
Con un caso de un tipo que vendió su casa después de que los expertos inmobiliarios de la zona le dijeran… “Así no vas a vender tu piso”.
Pues este tipo y su mujer, imagino que con todas las hormonas bien alineadas dijeron… “Los cojones, en nuestra casa y verás que la vendemos cómo queramos venderla”.
Y la lección de copywriting que nos dejan (la podrás aplicar a tu negocio o si quieres vender cualquier casa tuya o tu familia o tus negocios) es espectacular.
Lo hicieron diferente. Pero con cabeza.
Fueron valientes, pero con cabeza.
Utilizaron el magnético poder de la persuasión, pero con cabeza.
¿El resultado?
Una lección de copywriting y de mentalidad, fabulosa.
En caso de interés, mira aquí:
Membresía de Isra Bravo.