Hace tres o cuatro años estaba dando una formación de presupuestos.
Para unos ingenieros.
A mí los ingenieros me encantan.
Son gente capaz de crear una marcianada y cuando le pregunta para qué sirve, lo que te responden es todavía más marciano.
-¿Qué dices que es eso?
-Es un desarrollo donde he utilizado las Xxxgsjqeue kasaso, asd y luego ya puedes tener acceso a todo.
-Ah, ¿y para qué dices qué sirve?
-Esto es la hostia para poder agasudi asaskdasd uajskdjaskd okasdoaos y lo puedes hacer una y otra vez.
-Muy bien, ¿quieres una cerveza?
-Por favor.
Son extraños los ingenieros.
Me gustan.
Pues en esa formación, cuando les dije qué era lo primero que tenían que hacer a la hora de presentar los proyectos, murmuraron.
Murmuraron como murmuran los ingenieros.
No les entendí nada.
Entonces les pregunté…
¿En serio me vais a dar el placer de decir cosas que los ingenieros no entendáis?
Nos reímos, nos relajamos y les di las razones por las cuales, la mayoría de las cosas que hacemos al presentar propuestas, están mal.
Y razones por las cuales si hacemos las cosas de otra manera…
(Desde la forma de presentar los precios, la disponibilidad, la personalización persuasiva, etc…) el cliente tendrá la necesidad de ir detrás de ti y de forma mucho más intensa que si presentas los presupuestos tipo telegrama o folleto publicitario o de cualquier otra forma decadente.
Después de aquella formación y sus resultados, me salieron tres más con ellos.
Será que mi forma de hacer presupuestos es muy rara.
Tan rara que si la implementas es muy probable que ganes bastante más dinero con tu negocio.
Y ganar dinero no es lo más habitual en el mundo de los negocios.
Lo normal es perderlo.
Ojo, no tienes que creerme.
Te invito a que lo pruebes.
La mayoría de la gente está obsesionada con la competencia.
Con sus precios y su propuestas y casi todo el mundo hace el papel gregario.
Pero si esa mayoría se obsesionara en saber vender y venderse, la competencia no solo no sería un problema…
…sería la solución.
Entonces, y disculpa que me enrolle, al final de la formación uno me preguntó…
Y una vez presentado el presupuesto, ¿qué hacemos si no responden?
Contesté.
Más murmullos.
Murmullos muy altos.
¿Qué les conté?
La respuesta la tienes al final de la masterclass.
Casi seguro te interesa si quieres ahorrar mucho tiempo y tener un negocio bastante más rentable.
Masterclass de presupuestos