Ayer, una chica muy maja me dijo que quería entrar en mi membresía.
Pero no se lo podía permitir.
Llegamos a este punto, un vendedor malo, un copywriter malo, utilizaría argumentos tipo…
Seguro que puedes.
Debes valorar tu orden de prioridades.
No te dejes llevar por tus creencias limitantes.
Tú sí que vales.
Te quiero.
Te amo.
Solo la puntita.
Y toda esta retahílas de frases del todo a 100.
Pues no.
Si dice que no se lo puede permitir puede ser por muchas cosas, verdaderas o falsas, entre otras, que yo se lo esté vendiendo mal.
Bien.
Mal.
Bien.
Mira qué bien.
Venga, en serio, avancemos…
El caso es que esta chica me pidió que dijera quién era Nacho, del que estoy hablando estos días.
El chico del caso de la lección de esta semana.
Para así ver tu perfil de instagram y ver como lo está haciendo.
Pero eso no lo voy a rebelar.
Eso solo será para los socios de la membresía que se den de alta antes de este viernes a las 23:59h .
¿La razón?
Pues si te digo la verdad, vamos tan ciegos por la vida, en general y para casi todo, que aunque lo dijera, la mayoría no iba a saber sacar partido a lo que ve.
No iban a poder profundizar en los verdaderos motivos por los cuales está subiendo un 70% su conversión desde que está aquí dentro, en la membresía, aprendiendo e implementando.
Pero aunque la mayoría no lo fueran a ver, prefiero no decir quién es y dejarlo para la gente de dentro.
Y la gente de dentro no solo verá quién es, lo más importante es que analizaré al detalle las 9 imágenes que ha puesto en instagram y que son un atrapa moscas de primer nivel que le está llevando a un punto de ventas, mucho más alto que solo unos meses atrás.
Entonces esto es sencillo.
Si te lo puedes permitir o no, es algo que solo tú puedes decidir.
Ahora, la inversión es muy buena.
Muy buena.
Membresía de copywriting