Ando por Andorra estos días y me tomé un café (eran las 9 de la mañana, no me juzgues) con el futbolista Jon Echaide.
Jon es cliente, le mando cursos para Andorra y además es un tío cantidad de majo.
E inteligente.
Mira.
Me contó algo que es muy bueno para la venta.
Resulta que este tipo a jugado en primera división con el Osasuna y se ha enfrentado a muchas de las grandes estrellas mundiales que puedes imaginar.
Llegar a ser profesional del fútbol y llegar a la primera división de una liga como la española es jodidísimo.
No un poco jodido, no.
Jodidísimo.
Piensa en los millones de niños que sueñan con ello y en lo millones de adultos que cambiarían su vida por la de un futbolista profesional.
Bueno, pues Jon es de esos tíos.
Y ayer le conté que yo nunca he estado nada de acuerdo con este cartel de “bobos” y de “niñatos” que se les cuelga a los futbolistas.
Y la razón es muy sencilla…
Si un tío con 20 años, jugando en el primer equipo de su ciudad, ganando un dineral (cualquier futbolista de primera división gana un sueldo anual por el que matarían casi todos los cambiavidas que te cruzas por internet), con un montón de mujeres detrás, inversores, el del banco, el del concesionario, el que vende joyas y cuadros…
…si con 20 años, alguien sigue llevando una vida lo suficientemente ordenada como para estar en la élite demuestra, como mínimo, tres cosas de las que carece la mayoría.
No una
No dos.
3
-Madurez.
-Determinación.
-Disciplina.
Así que, en mi opinión no solicitada de hoy, el desprecio al futbolista y su capacidad intelectual (por lo visto aquí somos todos unos genios) es ignorancia y envidia.
Una de las dos cosas o las dos.
Los verdaderos gilipollas son los periodistas que los persiguen, tíos de 40 años que les preguntan siempre las mismas idioteces.
¿Qué van a responder ellos?
Si yo con 20 años hubiera sido millonario y famoso con 21 hubiera tenido 47 enfermedades mortales.
Es lo que hay.
Bueno, ¿pues sabes lo que me dijo Jon y que es muy bueno para la venta?
Me contó que en el fútbol profesional, una vez llegado a un cierto nivel, la parte física es muy parecida entre los jugadores.
Entonces, ¿qué diferencia al que se pasa años viviendo de ello y hace una carrera y al que lo deja?
La mentalidad.
Tal como me dijo (y tiene todo el sentido del mundo) es una cuestión mental.
Y que él, con la experiencia que ya tiene, solo con hablar un rato con un tipo sabe si hará carrera o no.
Conclusión:
La mayoría se ponen un montón de excusas pero la realidad es que cuentan con armas muy muy parecidas al resto.
¿Quién triunfa?
El que sabe manejar su cabeza.
El que sabe controlar sus emociones.
Vender es justo eso, controlar tus emociones e influir en las del otro.
Salir de tu cabeza y entrar en la del otro.
Dibujar en la cabeza del otro.
Es es copywriting.
Y eso es lo que enseño aquí:
Curso de copywriting