La semana pasada quedé con un amigo, que vino con otro amigo, que vino con un niño.
Un niño que era peor que Damien, el niño de la profecía.
Entonces su padre, el amigo de mi amigo, no paraba de decir: “me preocupa mucho qué clase de planeta vamos a dejar a nuestros hijos”.
Y claro, cuando yo veía al niño Damien demoníaco estaba pensando… “cabronazo, deberías preocuparte de qué clase de hijos vamos a dejar al planeta y no al revés. Educa a ese salvaje”.
Luego dijo que no ligaba nada, que era padre soltero y que no sabía qué les pasaba a las mujeres.
Pues mira, yo no sé qué les pasa a las mujeres, no tengo ni idea, ni siquiera sé si les pasa algo o no.
A algunas les pasará y a otras no.
Yo miro a mi hija y le pregunto qué tal está Raúl, su hámster, y ella le cuida con esa delicadeza, que me parece que todo está bien en ella.
Así que yo no sé si les pasa algo a las mujeres, no conozco a todas las mujeres, las mujeres no son una, cada una es una y no todas piensan igual ni tiene que venir nadie a decirles lo que deben pensar por ser mujeres.
Yo siempre le digo a mi pequeña que ella no es rebaño ni es víctima.
Que no es más ni es menos por ser una mujer.
Pero que es muy afortunada por serlo y que debe alegrase por ello.
Pero que ella es ella y ella piensa por ella. Que para eso tiene su cabeza. Y que no lo olvide. Nunca.
Bien.
Pues el hombre este decía que no ligaba nada y eso es porque observa poco a los que ligan.
Las personas que ligan tienen un patrón común.
¿Qué patrón?
¿Dinero?
¿Belleza?
¿Éxito?
¿Un bonus irresistible?
¿Su grupo de facebook?
No, aunque obviamente las tres primeras ayudan.
Pero ese no es el patrón común.
Algo que siempre, siempre, siempre pasa, es que la gente que liga hace las preguntas correctas.
Puedes observar esto a tu alrededor y verás que siempre es así.
Una y otra vez.
Siempre hacen las preguntas correctas.
¿Y cuáles son esas preguntas?
Muy fácil, aquellas que le permitan al de enfrente hablar de sí mismo.
Por supuesto eso no garantiza que vayas a ligar, pero si pones a una persona a hablar de sí misma, ya le caes bien. Ya te mira.
Y cuando alguien te mira, mientras tú escuchas, es mucho más fácil ligar que si no te mira y si no escuchas.
En fin, en mi curso de copywriting te enseño cómo realizar las preguntas correctas a tu mercado.
Una vez haces las preguntas correctas estás mucho más cerca, mucho más cerca, de conseguir lo que sea que estés buscando.
Isra Bravo