Mira.
La gente que no sabe cómo vender debería hacer tres cosas.
No una.
No Dos.
Tres.
La primera es asumirlo con naturalidad. Nadie nace enseñado. No pasa nada.
La segunda es ser consciente de su importancia. ¿No te gusta vender? Pues nada, no aprendas. Suerte.
Y la tercera. Aprender.
Bien.
Te voy a dejar con una opinión no solicitada de Anna Rodríguez de ideasontour.com, suscriptora de mis formaciones mensuales y luego te voy a comentar el punto más importante y cómo le puedes sacar mucho partido a lo que dice.
Primero, Anna:
“…Y es que estoy cambiando muchos hábitos de consumo, por así decirlo, reduciendo a tope y quedándome solo con lo que realmente me aporta más de lo que me cuesta, y tu formación mensual es, junto con la suscripción a la Revista 5W (que te recomiendo muy mucho), lo único que he mantenido.
Me lo pensé mucho al principio pero con el tiempo voy confirmando que ser alumna tuya (no sé si somos alumnos o cómo nos consideras, siempre me lo pregunto) vale mucho la pena.
En fin, que te lo decimos mucho pero vamos, que estoy aprendiendo mucho y que, además, lo disfruto.
Otro tema es que este año, decidí mandar por correo postal de toda la vida una postal navideña personalizada a universidades y organizaciones con quien me había reunido y que habían mostrado interés en contratarme pero que no concretaban nada.
Mandé unas 10, no muchas.
¿Resultado?
En dos semanas, me han contratado en dos universidades y, el resto, me ha escrito por email para decirme que estoy en su mapa de posibles para 2020 (en otras palabras, of course).
Sabía lo importante de lo físico, cuando estaba en Escocia, recordé que decías lo eficaz que era el papel en un mundo tan digital e improvisé los envíos.
Lo que no esperaba es que la respuesta fuera tan buena y, algo muy importante, que fueron ellos quienes me escribieron a mí para confirmar una contratación, no tuve que «perseguir» a nadie.
Así que, nada, también quería comentarte esto también y agradecer de nuevo que pongas por escrito tantas cosas que van más allá de la teoría (no te podrías creer hasta dónde estoy ya de la teoría)”.
Bien.
Me gusta Anna porque más de una vez me ha dicho eso de “me lo pensé mucho”.
Está bien eso, el mercado está lleno de trileros y es normal que uno quiera asegurarse, en la medida de lo posible, que no solo sabes de copywriting, sino que sabes enseñar bien.
No es lo mismo.
Son cosas distintas.
Muy distintas.
Saber enseñar bien ya es otra cosa, otro escalón.
¿Qué se necesita? Experiencia. Mucha.
No sirven teorías, ni sandías ni melodías.
Ni talento, ni inventos, ni la cara dura como el cemento.
Experiencia. Mucha.
Es lo que hay.
Pero lo que más me gusta de esta opinión no solicitada, son los resultados con el envío de una postal física.
Mucha gente no entiende el enorme poder de los envíos físicos para captar clientes.
Es normal no saberlo, solo se habla de automatizar y digitalizar. Parece que han descubierto la rueda.
Pues no.
Hay que trabajar, usar la cabeza y ganar dinero.
Sin cabeza y sin trabajo, no hay dinero.
Por eso, en la formación de diciembre, (finaliza el día 31 a las 23:59h y después se acabó para siempre), te enseño una manera alucinante de hacer clientes con el envío de cartas físicas.
Es de lo mejor que he aprendido de copywriting y ventas en todo el 2019.
Me lo contó un viejo copywriter que tiene muchos clientes y no tiene ni web, que cuando ve por internet cómo trata de vender la mayoría y las historias que les cuentan a los novatos, está tres días de baja del dolor de tripa de tanto reírse.
Bueno, yo lo voy a utilizar mucho para mis cosas en 2020.
Si te interesa aprenderlo, es aquí:
Isra Bravo