No hace falta ser muy listo para saber lo siguiente:
Tienes una web.
Vendes un servicio.
Un curso.
Un programa.
Una mentoría
Un producto.
Un lo que sea…
Y aunque todos sepamos escribir (más o menos, yo no sé, recibo unas 20 correcciones a la semana) a la hora de vender lo que tengamos que vender…
…pues ya, ahí, no es lo mismo.
Entonces, no sabes cómo expresarlo.
Ni los textos cómo colocarlos.
Ni por donde empezar,
Ni acabar.
Ni mediar
ni hostias.
La locura.
El caos.
El mirar y mirar y decir, ¿cómo vendo yo esto ahora?
Mira.
Tengo un curso para escribir la página más importante de una web.
La carta de ventas.
O página de ventas.
Vamos, donde la gente tiene que decidir si saca la tarjeta o si se la saca a otro.
Esa página, si está bien escrita, si la mejoras, puedes lograr aumentar medio punto la conversión.
O un punto.
O dos.
O nueve.
No sé, pero subir, debe subir.
Sobre todo si tienes una formación que vaya paso a paso.
Que te estructure todo.
Que te diga el motivo de cada cosa
Y que te de inspiración.
Bueno.
De verdad que no trato de convencerte de nada.
Quiero decir, me interesa que compres.
Me divierte vender.
Pero no es tan complicado.
Si tienes una web y te cuesta vender, mi curso de carta de ventas es probable que te interesa.
Quiero decir, si te cuesta vender seguro que aprender aprender.
Si todo va bien, las ventas fluyen, estás feliz, paseas por la orilla con las manos en los bolsillos y cada día son tres días, pues entonces, yo me compraría un libro de Bukowski y me iría a tomar una cerveza frente al mar.
Aunque pensándolo bien, también escribiría cartas de venta.
Curso de cartas de venta.