Ayer un suscriptor me dijo “voy a dejarme de gilipolleces Isra. Voy a empezar a ganar dinero de verdad. El éxito depende de nosotros y de nadie más”.
Pues muy bien.
Espero, sinceramente, que le vaya bien. Es más, si de verdad se cree eso, le irá bien.
Lógicamente, nunca he prometido la gloria por comprar ninguna de mis formaciones.
No es una cuestión de honestidad, yo soy un cabronazo que disfruta vendiendo y ganando dinero.
Es, simplemente, porque no depende de mi.
Y no lo voy a limitar solo al “si no implementas no le sacarás rendimiento”, eso es obvio.
También puede pasar que tu producto no le interesa a nadie.
Que seas muy miedoso.
Que tengas la cabeza entre la espalda y el pecho de alguien (o entre las piernas) y no pienses en otra cosa.
Que no sepas poner precios ni aunque te los pongan delante.
Que tu audiencia sea comprada y de escasa calidad.
Etc, etc.
En fin, son muchas cosas, muchas cosas las que influyen.
Yo pongo mi parte.
Esto es, enseñar lo que sé de la mejor manera que sé.
Y a tenor de los resultados en cientos (miles ya) de personas, pues podemos decir que mi parte del trato, la cumplo.
O quizá no.
No lo sé.
Si tienes dudas es mejor buscar otro lugar mejor.
Otra persona más adecuada.
Que te caiga mejor, que enseñe mejor y que sepa sacar todo tu potencial.
Por mí no hay problema, de verdad que no.
No lo hubo nunca. Menos ahora.
Te puedes quedar por aquí si y leer.
Incluso puedes decirme, cuando te aburras, cómo debería hacer las cosas. Si eso te hace sentir bien, adelante.
En fin, tengo un curso de cartas de venta.
Aunque puedas pensar que tengo algo que enseñarte, no deberías comprar por eso.
Al menos, no solo por eso.
Deberías comprar por eso y después de preguntarte a ti mismo…
¿Voy a tratar de vender de verdad y dejarme de gilipolleces?
Si la respuesta es sí y buscas ayuda, es aquí:
Curso de cartas de venta