Recibo a menudo emails que dicen algo así…
Isra ya te compré el libro, ¿por qué me mandas emails para venderme el libro?
Algo falla.
En realidad, nada falla.
Es así.
Quiero decir, mando un email diario a mi lista de suscriptores.
A todo el mundo el mismo email.
Da igual que lleves aquí 6 años o 6 minutos.
No es asunto mío.
Tú estás a tus cosas y yo a las mías.
Y me da igual si me lo has comprado todo (he llegado a tener más de 20 formaciones propias) o no me has comprado nada.
No es importante eso. (Excepto para atenderte y el soporte que puedas o no tener).
Podría complicarme la vida.
Segmentar y tratar de vender cosas distintas a personas distintas.
Pero es mejor no hacer esas cosas.
A no ser que seas Amazon, entonces, hazlas.
A la larga, es infinitamente mejor no hacer esas tonterías que hace la gente de marketing porque no saben de marketing.
Es más, si estás en mi lista, has comprado el libro y te preguntas por qué sigues recibiendo emails con la venta del libro, deberías volver a leer el libro.
Bien.
Si quieres un libro para que te de fórmulas.
Te hable de mamarrachadas de escritura «ética».
Sobre desearlo mucho para que vivas en la abundancia.
Y sobre segmentar, fermentar, embudos y felpudos…
…de verdad, no compres el mío.
Ahora, entre otras muchas cosas, te puedo enseñar a vender con defectos.
Es más, te puedo enseñar cómo vender incluso a personas a las que les caes mal.
No es broma.
Me han escrito alguna vez para decirme maravillas como…
«Me caes mal y sé que tu libro no me aportará nada, pero te lo voy a comprar para confirmar que eres un payaso».
Esto es real.
¿Se puede recibir halago más bonito que esa compra?
Lo dudo.
¿Hacer esto es fácil?
No sé si es fácil o difícil, pero saber cómo hacerlo es infinitamente más rentable que segmentar, fermentar, embudar y felpudear.
Para los interesados en la profundidad, es aquí:
Escribo porque me gusta ganar dinero. el libro.