Ayer recibí un email de un reciente suscriptor.
Me dijo, entre otras cosas muy agradables… “ya solo faltaría que también J. Fante estuviera entre tus genios malditos…”
Pues sí. J. Fante es uno de mis escritores favoritos y un tipo del que se puede aprender mucho si lees con ojos atentos.
Uno de los pasajes de su inmoral “Pregúntale al polvo”, dice así:
“¡Miedo de una mujer! ¡Vaya escritor! ¿Cómo puedes escribir sobre mujeres si nunca has estado con una?
Embustero, estafador, no me extraña que no puedas escribir. No me extraña que no sea una historia de amor, cretino, colegial braguetero.
Si quieres escribir una historia de amor, aprende de la vida”.
Bien.
Para escribir para vender no hace falta complicarse mucho, me refiero a que aprendes del que le quieras vender y ya está. De la vida en sí misma.
Igual que si vas a comprar un curso de ventas, procura que el profesor sea bueno, pero bueno, bueno vendiendo. No “famoso”, bueno.
A veces coincide.
A veces, no.
En fin.
Si quieres vender a músicos, pues espías músicos.
Si quieres vender a mamás, pues espías mamás.
Si quieres vender a maduros que quieren tener un reloj que impresione en su club de regatas, pues espías maduros.
Y así.
Y si quieres vender con la prueba antisocial, no social, con la antisocial, mi boletín de mayo (en 48h se deja de imprimir y no hay vuelta atrás) puede que te interese.
Ojo, que yo entiendo que mucha gente sin experiencia en ventas piense, “voy a poner bastante prueba social en mi web, que supongo que eso es lo más importante y en lo que más se fija la gente, al menos eso dicen los expertos”.
¿La realidad?
Pues que eso no es cierto, al menos en la inmensa mayoría de los casos. Vamos, lo mejor es que lo compruebes tú mismo.
Las opciones son dos:
Puedes pasarte el día por redes sociales haciendo “networking” y llenar tu web de testimonios enlatados…
o puedes aprender email marketing.
Si sospechas que funciona mejor lo segundo, mira aquí:
Isra Bravo