Para aumentar las ventas de tu negocio online, sea membresía o no…
sea de cursos de educación física, de cocina o de tejer, da igual…
puedes hacer muchas cosas.
Por ejemplo:
Puedes grabar tres vídeos en plan Jeff Walker.
Con su tensión y eso.
Con tus 5000 comentarios de bot diciendo que el vídeo 2 es tan explosivo y tiene tanto valor que hasta Chuck Norris quiere ser nómada digital.
Con su carrito cerrado y dos días después…
“Que lo abro otro día que mis ganas de cambiarte la vida me están quitando el sueño y es tal la avalancha de gente que me suplica entrar, que hasta a mis vecinos les está quitando el sueño”.
Bueno, ya sabes cómo va.
Yo no haría eso, sinceramente, a no ser que tengas mucho dinero en publicidad y estés dispuesto a dar el 33% de los beneficios a gente que dirá que tu curso es la 8 maravilla del mundo aunque no sepa ni quien eres.
Puede ser un gran negocio, ojo con eso.
Otra cosa que puedes hacer es el tema ese, precisamente, afiliación. Yo no tengo nada en contra de la afiliación.
Nada de nada.
Te pagan una comisión por vender. Me parece correcto, yo lo hice muchos años de mi vida.
Vendo, me llevo una parte.
No vendo, me jodo y me voy a descargar camiones.
El problema que tiene la afiliación es que, como todo, mucha gente se complica.
Y paga miles de euros para que le enseñen a afiliarse.
Si quieres, te digo lo que yo haría por si te interesa.
Tú tienes un curso.
Entonces ves a un pavo, una pava o un pave con una audiencia potente en la que podría encajar bien tu curso.
Pues vas y le dices en un email:
Tengo un curso al que casi seguro, al menos 3 de cada 100 personas que te hacen caso, le harán caso. Si te interesa, dime cuánto te tengo que dar yo a ti para que me hagas caso tú a mí.
Pasa buen día.
Firmado: Manolito “afiliado” gafotas.
Más o menos así, quiero decir, que hacer negocios es muy fácil si no le tocas los cojones a la gente que te puede hacer ganar dinero.
Bueno, esa sería otra forma.
Y luego está la más simple, la más rentable, la más divertida y la que menos gente entiende por lo simple que es.
Tú tienes algo, tienes una lista y se lo ofreces.
Todos los días.
¿Carnaval?
Se lo ofreces
¿El día que nos confinan?
Se lo ofreces.
¿El día que tu hijo suspende 6?
Se lo ofreces.
Y así.
Hay que aprender principios básico de marketing de respuesta directa.
Pero eso es fácil.
Generar ideas también es fácil.
Eso es lo más fácil.
Yo tengo un sistema en tres pasos y me va bien.
Y no solo a mí, claro, a muchas de las miles de personas que ya han comprado mi curso, también.
Ayer me escribió Kisco, que está al frete de elvalordelaeducacionfisica. com
Me dijo esto:
“Compré la Máster Class de Cudacu… y me enamoró la sencillez y potencia de lo que se transmitía.
Después me hice con email marketing (lo he puesto en marcha en un congreso durante 20 días de promoción a un correo por día y he aumentado las ventas con respecto a años anteriores)
Y así XXX…”.
En 20 días aumentó las ventas.
¿Magia?
No, ventas.
Tener algo y ofrecerlo.
Y ofrecerlo bien.
Si necesitas ayuda, mira aquí:
Isra Bravo