El otro día cuando llevaba a mi pequeña al cole, me hizo una buena pregunta…
Una pregunta que me llevó a una respuesta que es muy buena para las ventas.
-Barbasexy, ¿cuándo sabemos que hemos ganado una pelea?
Yo no sabía si se estaba refiriendo a una pelea irlandesa, con sillas volando en un bar o una discusión verbal.
Por su edad, peso y experiencia vital, me imaginé que se refería a una discusión verbal, pero me aseguré.
-¿Te refieres a cuando te pegas con alguien y os agarráis del pelo o cuando discutís por quién se pone antes en la cola para salir al patio, pero sin agarraros del pelo?
-Cuando discutimos sin pegarnos, papi…
Me lo dijo en un tono que solo le faltó añadir, “animal”…
El caso es que me quedé pensando un momento, y de esto que uno como padre pretende tener siempre una buena respuesta, y le dije…
-¿Pues sabes cuándo has ganado una discusión?
-¿Cuándo?
-Cuando eso por lo que discutes te preocupa muchísimo y llega un momento en que eso mismo te importa tres cojones, justo en ese momento, ya has ganado.
(Bueno, no le dije tres cojones, utilicé otra expresión, pero ya me entiendes).
Pues eso es lo que hace la mayoría de la gente cuando intenta vender algo.
Si alguien le pone objeciones a su propuesta, las responde.
Las discute.
Pues no.
Las objeciones no se responden. Se ignoran.
Cuando alguien me decía que 3.000€ por una carta de ventas era caro, le ignoraba y ya está.
Otra cosa, tengo una membresía, es para aprender copywriting.
No es barata.
Por cierto, en la formación de enero te enseño ángulos de ventas absurdamente rentables para escribir toda tu web.
Más información aquí;
Isra Bravo