Alguna vez he contado que empecé en esto del copywriting de casualidad y sin tener ni idea de lo que era.
Simplemente estaba convencido de que si en vez de mandar un presupuesto con cuatro líneas, mandabas una visión clara en la cabeza del otro, las cosas irían mejor.
Más ventas.
Más dinero por cada venta.
Por supuesto, también me he dado buenas hostias con mis experimentos.
La última fue el año pasado.
Me escribió un Director de Marketing de la Casa del Libro.
Para dar formación al grupo en su sede de Madrid.
Y le mandé un presupuesto tan raro, (27 páginas enlazando historias donde les conté incluso la vez que me clavé el manillar de una bicicleta en el pecho y me dejó una marca que solo tapó el vello corporal en mi adolescencia) que tardaron menos de un día en decirme que no.
Les causó tal rechazo que yo creo que si ahora entro en una Casa del Libro, me detienen.
Aunque disfruté mucho. Me lo pasé muy bien escribiendo el presupuesto.
Hay gente que hace puenting para probar cosas nuevas y los que odiamos viajar y saltar, mandamos presupuestos.
Pero otras veces, muchas, las cosas salen bien.
Por ejemplo, si aplico técnicas de negociación del FBI a mi copywriting.
Eso lo enseño en el curso del que luego te voy a dejar un enlace.
Pero antes quiero que leas esto.
Mira.
Hace unos días, Charlie Alonso, Ingeniero que tiene, entre otros negocios zonadam.com me mandó un email diciendo que estaba realmente encantado con mi formación.
Y unos días después, hoy mismo para ser exactos, me han mandado este email:
“Hola Isra,
Perdona que te moleste de nuevo, pero es que estoy súper contento.
Tenía un presupuesto pasado a un cliente para hacer una aplicación para móviles, el presupuesto es de 15.000 € y a las 18 de la tarde de hoy he mandado un correo como el que describes en… XXX… igualito a ese.
A las 18:37 me ha llamado para confirmar cómo hace la transferencia del 40% de la reserva para empezar en septiembre. El presupuesto está pasado desde Marzo.
Espectacular”.
Charlie aplicó una de las recomendaciones que enseño en el curso. Presupuesto de 15.000€ aceptado. Parado desde marzo. Aplica algo que enseño y aceptado en 37 minutos.
Mi formación (que incluye mi soporte) vale 195€.
¿Tiene Charlie amortizada mi formación?
Con creces.
¿Lo amortizarás tú?
Ni idea.
Mis haters bebés de las RRSS, que nunca me han comprado nada ni han entendido nada, dicen que es “carísimo para un puto libro”.
Si quieres te lo grabo en vídeo, te cobro 10 veces más y te enseño 10 veces menos.
Y te meto en un grupo de facebook para que te pases el día con gente que sabe menos que tú sobre lo que quieres aprender.
Eso pasa mucho.
Mucho, mucho.
Ganar dinero no vas a ganar, pero amiguitos lo mismo haces un montón.
A ver, si yo te quiero cambiar la vida no te puedo cobrar 195€, la mayoría llevan zapatillas más caras.
Incluso los okupas tienen móviles mucho más caros. Y los okupas no dan soporte.
Así que si quisiera cambiarte la vida te debería cobrar mucho más. Pero mucho más.
Pero es que yo no te quiero cambiar la vida, yo solo enseño copywriting.
Y solo te lo enseño si quieres tú,
no, yo.
Tú.
Aquí el enlace si te interesa:
Isra Bravo