Cómo controlar la arrogancia cuando eres la hostia de bueno en lo que haces.

En la lección de esta semana (solo para socios de la membresía dados de alta antes de este viernes a las 23:59h) hablo del caso de un socio.

¿Y qué pasa?

Nada, que es como logró doblar, literalmente, el número de potenciales clientes que arrastra a su web gracias a Linkedin.

Linkedin puede ser un generador de negocio muy muy bueno si eres listo y el negocio no lo hace solo Linkedin contigo.



Bien.

Pues el caso, es que los textos que utilizaba antes esta persona de la que hablaré el sábado, fueron revisados por dos copywriters profesionales.

Ojo, no sé quienes son.

La persona de la que hablo fue muy elegante y solo me dijo que esos textos, los habían visto dos copywriters profesionales y que con ellos no pasó nada y que conmigo, dobló sus resultados.

Yo también le pedí que no me dijera quienes eran porque no quiero verme condicionado, pues seguro que los conozco y lo mismo me caen bien.

Así que mejor así.



El caso es que pienso, solo para mis adentros, nunca lo diría en público… que soy casi la hostia de bueno en lo que hago.

Como digo, nunca lo diría en público para que no pensaran de mí que soy un arrogante de los cojones, pero confieso que no puedo evitar pensarlo.



Y para evitar controlar mi arrogancia, pienso en todas las cosas en las que soy un inútil.

Y son tantas, tantas y veo tanta gente haciendo cosas alucinantes y me gusta tanto aprender de todas esas personas, que entonces me acuerdo que no hay que escupir muy alto, que hace cuatro días estaba descargando camiones.

Y era tan honrado y tan gilipollas como lo soy ahora.

Por eso no paro de leer libros y mirar para ver gente mucho más lista que yo.

Me excita ver gente más lista que yo.

Los quiero muy cerca de mí.

A los tontos, no.

A los listos.



Ojo, volver a descargar camiones sé que nunca voy a tener que volver.

Porque si aprendes copywriting jamás tienes problemas de dinero y ahora solo descargo camiones si veo a alguien descargando camiones.

Entonces lo miro y me pongo a descargar con él.

Vale, en mi opinión no solicitada de hoy, es bueno creerse casi la hostia de bueno en algo (a poder ser si casi lo eres) y es muy bueno quererse la hostia, ojo, quererse la hostia no es creerse más que los demás.

Quererse es quererse, no creerse. 

Es distinto.



¿Y porqué te cuento esto?

Por nada en concreto. 

Es solo para decirte que mi membresía, si te interesa aprender copywriting, es, posiblemente. el mejor lugar donde puedes estar.

Membresía de copywriting.