El otro día estaba espiando a mi competencia y me encontré con una carta de ventas para vender un curso.
La carta tenía todos los elementos que la convertían en algo “irresistible”.
-Muchos iconos.
-Gente sonriendo.
-Un precio acabado en 7 porque convierte más.
-Sección de: Esto NO es para ti si tu madre te metió en la lavadora cuando eras niño.
-Muchas preguntas tipo, ¿a que quieres ser libre? ¿A que sí?
Me di cuenta de que era un novato porque abusaba de las preguntas inducidas. Un truco de copywriter con emociones de madera.
El problema no es escribir una carta de ventas mala. Todos hemos empezado, y es completamente normal.
El problema que veo, que lo mismo son cosas mías que soy un rancio, es que si el que vende un curso de copywriting no lo sabe aplicar para él, pues lo tiene difícil para enseñarte. ¿No?
Esto se resuelve de dos formas:
-Leyendo mucho.
-Escribiendo mucho.
Lo demás son cuentos.
Una de las cosas que leí hace tiempo fue el método de las Cuatro A del genio Régis Hauser.
Este tipo ideó una manera extraordinaria de resaltar los beneficios utilizando:
El afecto
El ahorro
La anécdota
La agresión
Cuando lo leí por primera vez me pareció tan, tan bueno, que estuve a punto de mandar un mail diciendo que mi misión en la vida era cambiarte la vida, pero se me pasó y me puse a trabajar.
Bien.
Y en el número de abril, que es un especial que dedico a escribir cartas de venta, te digo exactamente cómo utilizar las Cuatro A para sacar todo el partido a lo que sea que vendas.
Es muy posible que tu manera de enfocar las ventas, cambie para siempre después de conocer a fondo la propuesta del genio francés y dónde y cómo aplicarlo cuando vayas a vender tus servicios, cursos, productos…
En mi opinión no solicitada de hoy, el boletín, vale mucho más que el precio que tiene el curso.
Solo el boletín.
Si lo quieres (va incluido en el curso hasta las 23:59h del día 30, después no lo ofreceré de ninguna otra forma) mira aquí:
Isra Bravo