Te voy a contar un cuento sobre el buenismo y los haters odiadores seres inferiores.
Es bueno para la venta, en serio.
Allá va.
Cuenta la leyenda.. (vaya manera de empezar, para matarme…), bueno, cuenta la leyenda…
Que un profesor estaba explicando a los alumnos la forma de ganar amigos.
El profesor, un hombre experimentado, les dijo que había puesto en marcha todo lo aprendido a los largo de los años.
Los alumnos, pardillos TOP, le escuchaban con atención.
Os contaré lo que hice para ganarme a mi último gran amigo.
Empecé por saludarle calurosamente.
Oh
Luego le sonreí y me interesé por sus cosas.
Presté la mayor atención posible a todo lo que me contó.
Me desviví por mostrarme de acuerdo con sus opiniones y le hice ver, varias veces, el gran concepto que tenía de él.
Oh oh
Él estuvo hablando más de dos horas.
Y cuando nos despedimos supe que había hecho un amigo para toda la vida.
Oh oh oh.
Los alumnos pardillos TOP aplaudieron…
y cuando acabaron de aplaudir el profesor dijo…
“Pero chavales, no sabéis el enemigo que se había echado él”
Jajajajaj
A ver, yo esto lo cuento porque veo mucho por ahí utilizar el storytelling y veo pose y no emoción.
Mira.
Eso de escuchar está muy bien.
Es más, está tan bien que si escuchas y miras te haces rico.
Pero debe ser un rollo más natural y mucho más emocional.
No algo mecanizado.
Me pondría aquí para explicarlo pero me da pereza y sería injusto, porque lo hago al detalle, para sacarle verdadero partido en tu negocio y tu vida, (y no tener que fingir nada) aquí:
Masterclass storytelling