Hace ya bastante tiempo leí un libro de seducción.
Era de un tal Mystery que enseñaba técnicas para tener éxito ligando. El libro era bastante divertido.
En realidad no utilicé ninguna de sus técnicas para ligar, pero aprendí bastantes cosas sobre persuasión que apliqué en el trabajo, mi negocio y el de los clientes que lo requerían.
Uno de los trucos de Mystery consistía en acercarse a una mujer en una discoteca…
pero hablarla todo el rato como si te fueras a marchar.
Con el lenguaje corporal de estar de paso. Así la chica se relajaba, no se sentía invadida. Solo estabas de paso.
No eras una «amenaza».
Bien, hay algo muy bueno en esa técnica que la podemos aplicar a los negocios.
Si quieres conseguir buenos clientes, puedes actuar como si no pretendieras nada con ellos, el encuentro fuera casual y que piensas seguir tu camino.
En realidad ligar o atraer clientes es todo bastante parecido.
Si vas persiguiendo clientes, eres como el desesperado que va con una copa dando el coñazo en un bar.
Si estás rodeado del tipo de personas que quieres atraer, eres como el profesional de éxito que todo el mundo supone muy competente.
Si eres un llorón, eres como un redactor que escribe artículos de blogs por 20€ y que no respetan ni los monos.
En todos estos escenarios la psicología juega un papel clave. Por eso gente con nulo o poco éxito, pasa a tener éxito poco tiempo después.
Siendo la misma persona, ofertando lo mismo.
Pero, para alcanzar ese éxito, no se trata de un cambio cosmético. No se trata de un nuevo traje o un nuevo peinado.
Es algo mucho más importante, algo que va mucho más allá de lo superficial.
Yo no sé si ligarás mucho o poco en las fiestas del pueblo, tampoco sé si es algo que te preocupa…
Pero para aprender copywriting y resultar mucho más atractivo a tus clientes, mi curso casi seguro que te interesa.
Isra Bravo