Pues eso, hablemos de precios.
Aquí siempre hay mucha controversia.
Lo de los precios es algo raro.
Mira, ayer hice una mudanza. Me costó 846€ con el IVA incluido.
¿Caro? ¿Barato? ¿A qué huelen las nubes? ¿Las chicas bonitas no pagan dinero?
Bueno, quédate con el precio, 846€. Con IVA:
Empezaron a las 08:00h. Acabaron a las 20:00h
Tres tíos.
Fuertes y decididos como elefantes defendiendo a sus crías.
Con el toque macarra que todo descargador de camiones que se precie, lleva en la sangre.
Bien.
Pararon una hora. Para comer.
Recuerda, 846€. Con IVA.
Sin IVA, no. Con.
Yo les ayudaba de vez en cuando. Es que me cuesta mucho mirar y no participar.
A ver, no sé qué pasaría en una orgía, nunca estuve.
Yo te hablo del trabajo físico vestido.
El caso es que apenas tengo cosas y me trasladé a 7 minutos andando. Sigo manteniendo el mismo código postal.
A pesar de eso, tardaron esas horas y no pararon. Es que las mudanzas son el infierno. Ya sabes.
Salen cajas y cajas y cajas de cosas que sabes que no sirven, que las podría dejar eternamente en las cajas. Mi vida en una caja.
Al acabar me pasan la factura.
Me la pasó el macho alfa. El líder. El más espabilado de los tres.
Estaba tenso. Estuvo 10 minutos dándome explicaciones del precio.
Cuando acabó le dije…
“habéis trabajado en 12 horas más que muchos funcionarios en toda su carrera. Sois tres tíos.
Y me habéis hecho un trabajo que si lo tengo que hacer yo, que no tengo ni coche, podría haber estado 3 meses dando vueltas.
Sinceramente, me parece un regalo y os estoy muy agradecido.
Me habéis ahorrado mucho tiempo, mucho dinero y tres semanas sin poder mover el hombro izquierdo”.
Luego les invité a cenar. Ojo, les ahorré mi presencia.
O sea, que a ellos les parecía muy caro y a mí muy barato.
846€.
Entonces, ¿cómo pongo los precios de mis cursos? ¿y de mis servicios?
Cómo te dé la gana, lo importante es que aprendas a venderlos.
Si necesitas ayuda, mira aquí:
Isra Bravo