Mira.
En el año 2002, un médico, un periodista y un profesor de farmacología se unieron para escribir un artículo.
En dicho artículo llegaron a una conclusión que se utiliza, desde dicen, el siglo XIX.
La primera frase del artículo e idea fundamental de todo el estudio era la siguiente:
Se puede ganar mucho dinero con personas sanas que creen que están enfermas.
Grande.
Realmente esto es muy fácil de hacer, como bien apuntaba en dicho artículo.
Basta con decir cosas tipo…
“¿Alguna vez has sentido un cosquilleo por el brazo y la sensación de que se quedó dormido de repente?
Usted podría tener…”
Y ya está.
Has metido en el saco a millones de personas a las que alguna vez se les haya dormido un brazo de repente y que, además, sean un poco paranoicos.
Bueno.
La idea de la que hablaron en ese artículo es una lección de ventas fabulosa.
Habrá quien se quede en la superficie. Que se ofenda y no aprenda.
Que solo vea la parte ética negativa.
Pero algo que nos enseñaban nuestros padres, es que de los malos se aprende mucho.
No de todos.
Los hay malos y tontos, claro.
Bien.
La mayoría de las relaciones humanas fracasan porque la gente espera de los demás cosas que no son.
Cosas que nunca te dijeron que serían.
Cosas que imaginaron.
Y eso, es exactamente lo mismo que lo que decían los tipos del artículo.
Nadie está a salvo.
Sabiendo esto y sabiendo que ninguno estamos a salvo, hay dos opciones:
-La primer opción la desconozco.
-La segunda es aprovecharlo para vender lo que sea que tengas que vender.
Para plasmarlo por escrito, tengo un curso que lo mismo te interesa:
Isra Bravo