Una vez, un amigo, me hizo una pregunta en la que no había pensado nunca.
-Oye, ¿cuál es el primer recuerdo que tienes de tu vida?
La verdad, no supe qué responder. Empecé a pensar y se cansó de esperarme.
-Joder tío, todo el mundo sabe eso.
Yo no lo sabía, tampoco lo sé ahora.
Pero aquella pregunta me hizo estar dando vueltas durante días. Quizá semanas. No me lo quitaba de la cabeza. Y alrededor de mi cabeza se acumularon un montón de recuerdos.
Y llegué a uno, que tal vez no sea el primero, nunca lo sabré, pero sí que tiene un sabor tan tan lejano, que no parece mi propia vida.
Estaba en casa de mis abuelos, en el pueblo y era verano.
El caso es que llegó un señor con un caballo y en la misma puerta de la casa de mi abuelos, me subieron.
Recuerdo nítidamente dos cosas: me sentí importante allí arriba. Y sentí mucho miedo. Jamás olvidaré aquello.
Nunca más he montado a caballo (aunque me parecen irresistibles y elegantes las mujeres que lo hacen) y nunca sabré qué más pasó aquel día. Es una fotografía en mi cabeza. Una imagen fija. No hay movimiento. Mi pequeño ego se disparó y estaba muerto de miedo. Ambas cosas.
A veces pasa eso. También de mayores.
Bien.
Yo no sé cuál es tu primer recuerdo, tal vez lo tengas claro o tal vez no.
¿Para el tema de vender?
Debes crear una imagen en la cabeza de tu lector. A poder ser en movimiento, no fija como la de mi primer recuerdo… en movimiento mejor.
Haciendo eso bien, es muy posible que vendas. Vamos, casi seguro que lo haces.
Si necesitas inspiración, mira aquí:
Isra Bravo