Las personas que presten atención a esta historia, hoy mismo podrán vender más.
Bien.
Uno de los jefes más extraños que tuve fue en una inmobiliaria.
Tenía mala hostia, le gustaba la farra más que a Maradona y además, estaba medio loco.
Ahora, de ventas, sabía mucho.
Un día nos dieron una promoción de viviendas en exclusiva. Un bloque que estaba por construir y que solo tenía el piso piloto.
Fui a verlo con un compañero.
A la vuelta le contamos que el piso piloto estaba bastante bien, aunque los muebles eran algo cutres.
Nos miró serio…
-¿El piso piloto está decorado?
-Sí
¿Y eso os parece bien?
-Sí
-Vaya dos…
El caso es que llamó a la constructora y les ordenó vaciar el piso piloto.
-Estos paletos no tienen ni idea. Y vosotros tampoco.
Unos días después, volvimos al piso piloto con nuestro jefe y nos dijo:
-¿Sabéis de dónde vienen la mejores respuesta de los clientes?
Silencio…
-De su imaginación. Si a la gente no la dejas imaginar, no compra. Decorar un piso piloto con muebles de mierda es pegarse un tiro en el pie. ¿Sabéis por qué?
Más silencio…
-Porque si está vacío le puedes preguntar… ¿van a poner literas en la habitación de los niños? ¿Dónde les gustaría poner el sillón? Y sus respuestas son desde la imaginación. Están viendo su casa, les haces el recorrido a base de preguntas. Si les pones un sillón cutre y un recibidor más cutre…. ¿Qué coño van a imaginar? Se vende mucho más si les haces imaginar y recorrer la casa en su imaginación. Pardillos. Que sois unos pardillos.
Bien.
En el boletín de abril, donde te enseño paso a paso a escribir cartas de ventas, te cuento exactamente cómo desarrollar un viaje completo en la cabeza de tu potencial cliente.
De principio a fin.
Y cómo darle la fotografía mental (cómo hacerlo, por qué hacerlo y ejemplos para entenderlo) de tal manera que lean y lean y lean… y se tengan que desquitar, comprando.
La fecha límite es el 30 de abril a las 23:59h y cómo hacerlo está aquí:
Isra Bravo