“Cuando se trata de personas, recuerde que no se trata de criaturas lógicas, sino de criaturas llenas de prejuicios y motivadas por el orgullo y la vanidad».
Dale Carnegie
A menudo muchas personas están convencidas de ciertas cosas.
Pueden ser cosas totalmente inverosímiles.
Supongo que nos pasa a todos. Nadie se libra de eso.
Nuestros convencimientos y prejuicios. Por eso apelar a la lógica para escribir una secuencia de emails, no tiene demasiado recorrido.
Haz la prueba.
Manda 7 u 8 emails de los que se suponen que no pueden fallar.
Una bienvenida, luego contar el problema, agitarlo, hacer preguntas, tu historia… da igual el orden en que lo pongas, casi seguro que no va a funcionar.
Y no va a funcionar porque estás suponiendo que tu audiencia está llena de criaturas lógicas. Y no lo son, claro.
Hay que ir un poco más allá. Sin necesidad de inventar la rueda.
¿Cuál es uno de los estímulos más eficaces para hacer publicidad?
¿Qué está más que demostrado por científicos que funciona mejor para la retentiva y el recuerdo del ser humano?
¿Cuál es ese “secreto” que se conoce y se lleva aplicando décadas por grandes marcas y por negocios diminutos lo suficientemente espabilados?
La repetición.
Mira que para esto no hace falta estudiar mucho. Es algo sobre lo que hay literatura al respecto desde hace décadas.
Mucha gente quiere ganar dinero en internet mandando 8 o 9 emails al año para un lanzamiento o poniendo mensajes en las RRSS.
Pues así, difícil.
Muy difícil.
Ahora, si eres capaz de estar presente todos los días, pues tus posibilidades de vender aumentan.
Ojo, no puedes estar todos los días de cualquier manera, hay que entender qué se esconde detrás del marketing de respuesta directa.
Qué errores (dramáticamente habituales) debes evitar.
Qué cosas debes reforzar.
Y cómo debes escribir para que la gente luego quiera comprar.
Más información, aquí:
Isra Bravo