Mira.
Muchos gurús nos hablan de las palabras y de cuáles sí y cuáles no.
Las prohibidas y las permitidas.
Las que convierten y las que no divierten.
En fin, esas listas son una soberana gilipollez.
Solo valen los contextos.
Por ejemplo, la palabra “nuevo” tiene mucha fuerza, en un contexto.
Pero hoy no te quiero hablar de la palabra “nuevo”, sino de la palabra “riesgo”.
El otro día tenía algo de insomnio y me puse un vídeo en youtube para aprender copywriting y dormir, donde salía una mujer que decía “hay que eliminar todos los riesgos de compra”.
Oh
Y nunca debes utilizar la palabra “riesgo”.
Oh oh
A no ser que sea para poner, “comprar sin riesgo”.
Oh oh oh
No sé, la gente se complica mucho la vida con cosas muy raras, la verdad.
En mi opinión no solicitada de hoy, la palabra “riesgo” no tiene ningún problema, ni ningún riesgo tampoco.
Pero lo más importante es lo equivocado del concepto de los listados.
¿A qué me refiero?
Muy fácil.
Cualquiera que haya hablado en público alguna vez sabe que lo último que tienes que hacer, es tratar de memorizar tu discurso, ¿la razón?
Porque lo más probable, es que te quedes en blanco.
No es buena idea memorizar y repetir las cosas como un loro por la sencilla razón de que probablemente aumentes tus niveles de estrés.
¿Entonces qué hacer?
Trabajar a partir de conceptos y desarrollarlos según te vienen.
Son ideas que vuelan a tu alrededor, entonces estiras la mano, las pillas y bailas alrededor de ellas.
Verás que cuando haces eso, la gente te escucha, tú sientes poco a poco la comodidad y eres tú quien lideras la situación.
Es algo mental, no algo que debas memorizar.
Prueba, la gente lee, escucha y compra cuando lo haces así.
¿Que prefieres memorizar y repetir como un loro?
En ese caso es mejor que prepares unas oposiciones porque dinero vendiendo vas a ganar poco.
Bueno, tengo un curso de copywriting.
No hay ninguna palabra prohibida ni arriesgada.
Isra Bravo