El otro día me llegó un mail de alguien que no conocía de nada y me preguntó…
«Isra, ¿qué le dirías a la gente que no le da importancia a los textos? A mí me cabrea mucho».
A mí no me cabrea.
Mira.
Cuando tenía 12 años jugaba en un equipo de baloncesto.
Era bastante malo, pero como era alto, me dieron una camiseta de tirantes y un balón.
Bien.
A mí me gustaba mucho el baloncesto.
Jugar al baloncesto me apasionaba.
Quiero cambiar la vida de miles de personas jugando al baloncesto.
Mi misión era que todo el mundo jugara al baloncesto.
Nuestro equipo de baloncesto era cercano y nos encantaba nuestro trabajo.
Amábamos el baloncesto y odiábamos el spam.
En fin, todas esas cosas que no le importan absolutamente nada al que está en frente. Ya sabes.
Pero como era un niño, pensaba que todo eso le tenía que importar a los demás y que el baloncesto era muy importante.
Pues no.
A mí, que alguien no le dé importancia a los textos me parece muy bien. Tiene todo el derecho del mundo, que haga, piense y actúe como le dé la gana.
Yo no estoy aquí para cambiar el mundo.
Yo estoy aquí para jugar con mi hija a detectives de monstruos.
Te lo cuento porque una vez, un tío que no me conocía de nada me dijo: me han hablado de ti, quiero que me escribas una carta para mi empresa de reformas. ¿Cuánto cobras?
-1.800€ + IVA. Por adelantado. Solo la carta de ventas.
-Vale.
Ahora cobro más, pero ese es otro tema.
A lo que voy, es que eso es lo que le diría a la gente que no le da importancia a los textos de su web.
Isra Bravo