Tengo una teoría.
No sé qué opinarás tú, pero creo que la prueba social está algo sobrevalorada. Siento como si perdiera algo de fuerza.
Me explico:
Creo que somos un poco inmunes a ella. En algunos mercados la veo muy útil, pero en otros…
(En copywriting para atrevidos hablo de ello y pongo el ejemplo de una clienta mía)
Yo estoy vendiendo el curso a buen ritmo. Pero se está vendiendo y no tengo ni un solo testimonio. (Público)
Cuando lo saqué a la venta lo tuve claro. No pondría ninguno.
Quería probar que se puede hacer perfectamente. Tengo que probar cosas para luego poder enseñarlas y venderlas.
Si eres muy desconfiado y no eres capaz de valorar las capacidades de una persona por ti mismo, lo mismo piensas que me lo invento, pero me da igual si piensas eso, la verdad.
En todo caso, tengo amigos, y tengo amigos con web (quizá sea mi entorno, pero todo el mundo tiene un móvil, una web y un follamigo), que podría utilizarlos si fuera un tramposo.
O sea, que si no he sacado testimonios es porque no he querido y para demostrar que se puede vender muy bien sin tener que recurrir a cosas “imprescindibles”.
Y digo yo, ¿por qué no dejar de obsesionarse por lograr testimonios y obsesionarse con aprender a vender?
Hace unas semanas un amigo me presentó un montón de casos de gente que va dejando testimonios por ahí diciendo al de la web en cuestión que es un crack… el mejor de todos… una maravilla… multipliqué mis ventas gracias a cruzarme con esta mente maravillosa…
y esas cosas dichas de manera parecida en un montón de sitios diferentes. Las mismas personas.
Sinceramente, es un pena.
Hay tanta mentira que al final la prueba social, (hablo de insertarlo en la web, yo por ejemplo vivo del boca a boca) se la han cargado. O buena parte de ella.
De todas formas me están llegando tan buenos comentarios del curso que quizá lo utilice, pero en todo caso lo haré de manera diferente.
Ya veré. Nunca lo pediré.
Bien, hasta aquí la teoría.
La práctica para que tu cliente lea y compre…
Isra Bravo