Hay una cosa que los vendedores de la vieja escuela hacían mucho.
Me refiero a los antiguos comerciales de puerta fría.
Ya sabes, cuando la gente vendía cosas para ganarse la vida y no por un irremediable e incontrolado deseo de transformar el universo.
Bien.
Estos tipos, que sabían mucho, cuando llegaban a alguna casa para presentar la enciclopedia, el aspirador o lo que tocara vender ese día, hacían algo “raro”. A veces.
No hablaban nada del producto.
Nada,
ni características, ni beneficios, ni objeciones, ni precios,
nada.
Lo que hacían era dirigir el deseo del cliente mediante una conversación donde, insisto, no hablaban ni siquiera de los beneficios.
En internet hay muchas formas de vender y una única regla. Saber vender.
Y sobre saber vender y esta forma de vender, hablo en mi boletín de junio que va junto al curso de email marketing, con fecha límite el 30 de junio.
Es para aplicarlo a tu estrategia de email marketing.
A ver, seamos serios, no es para hablar de métricas, ni para automatizar, ni pilotar en automático en una secuencia con 6 emails que podrían escribir mis tortugas después de meterlas en un cubo de cerveza y “tener un flujo constante de clientes mientras trabajas 3 horas al día de martes a jueves”.
Esto no es para dummies que se creen cualquier idiotez.
Es para gente que tiene un negocio serio o que pretende tenerlo.
Para vender.
Para trabajar e implementar.
Para escribir emails y vender lo que sea que vendas utilizando tu cabeza para entrar en la de tu cliente.
De eso, entre otras cosas, hablo en mi boletín de junio.
Los interesados lo tienen aquí:
Isra Bravo