Pues mira.
Esto que te voy a contar es muy importante para vender online.
Sea lo que sea lo que vendas.
Cuando tenía 12 años hice pellas.
Hacer pellas, novillos o como sea que se llame en tu pueblo, es no ir a clase cuando tendrías que estar en clase.
Estudiando.
Bien.
Creo que hoy lo tienen más difícil porque si el chaval falta le llegan 150 alarmas al móvil de los padres.
Pero en mi analógica época, si faltabas a clase te apuntan “falta de asistencia”.
Ya está.
Además lo hacían en un boletín en papel que entregabas en casa cada tres meses.
Y era fácil de falsificar.
Pues uno de esos días, me fui a la Gran Vía de pellas.
Estaba solo. Yo era un pardillo en el centro dando vueltas esperando que pasara el tiempo que se consumía lento.
En eso aparecieron tres quinquis.
Tendrían unos 16 años.
Me acorralaron en el rellano del Cine Capitol.
Me pidieron que les diera todo lo que tenía.
¿Y qué tenía?
-120 pesetas.
-Miedo.
Pero también tenía cierto orgullo, así que en principio, solo en principio y con un hilo de voz dije… no tengo nada…
no tengo…
no ten…
Así que uno de los quinquis se abrió la cazadora y me enseñó el mango de un cuchillo.
Solo el mango.
Y me repitió la pregunta..
¿Qué tienes para darnos?
A ver, esto es muy bueno para la venta. No se trata de robar.
Ni de sacar cuchillos a nadie.
Es otra cosa. Es el poder de la demostración.
Bueno, la mayoría de la gente seguirá sin tener ni ideal de cómo utilizarlo.
Es muy útil para vender por email. No hablo de automatizaciones, hablo de pensar en condiciones.
Y mira que no hay que ser un genio y es muy rentable.
Si necesitas ayuda, es aquí:
Isra Bravo