Hablemos de sistemas.
Me gustan, me gusta mirarlos.
Los buenos sistemas traen grandes resultados y me gustan por varias cosas.
Las dos más importantes son:
-La gente cortoplacista, siempre fracasa con ellos.
-Son tremendamente efectivos para el resto.
Bien.
Hace poco recibí una opinión no solicitada sobre el sistema que propongo en mi curso de email marketing.
Te dejo con ella y ahora te comento:
“Lo primero de todo, gracias.
Hace ya unos meses que compré tu curso y por fin, me he puesto a ello esta semana.
Felicidades.
Qué bien lo cuentas y cómo engancha….
Ahora toca profundizar y ponerse manos a la obra, pero si tuviera que describir con una palabra qué me ha dado tu curso, así, en un primer impacto, sería: LUZ.
Yo soy una defensora absoluta de los sistemas de trabajo y tú me acabas de dar uno que me faltaba.
Qué bueno”.
Esta chica se llama Maine y su web es irudhitz.com
Me gusta lo que dice de los sistemas.
El que yo sigo, y que siguen cientos de personas en todo el mundo desde, que yo sepa, el 2003, es vender todos los días.
Uno, no.
Muchos, tampoco.
Todos.
El email es solo el vehículo y me gusta porque es barato, rápido y absurdamente efectivo.
¿Fácil? ¿Difícil?
Pues mira, para todo el mundo no es. Hay gente que se agota al atarse las zapatillas, como para salir a correr.
Ahora, rentable, pues yo en esta lista, solo en esta, he mandado unos 900 emails de venta o así.
Repito, solo en esta lista. Mando en más sitios y desde antes.
Puede que sea porque soy tonto perdido, o puede que sea porque funciona.
No sé. Tú verás.
Bueno, si necesitas ayuda para que el sistema funcione, mira aquí:
Isra Bravo