Es habitual que me contacten empresas para informarse de si puedo ir a su empresa a dar formación.
A mí me gusta la formación presencial.
Pero siempre le vi el “problema” de cómo enfocarlo para que sea 100% útil para los asistentes.
Estoy cansado de asistir a cursos donde un tipo aburrido con un PowerPoint me hace una presentación todavía más aburrida.
Y más cansado estoy de que lo que se supone que voy a aprender allí no lo aprenda.
O peor todavía, lo aprenda y se me olvide a las pocas semanas.
Bien.
En esa lucha por ser cada día un poco menos inútil (lucho duro, todavía me queda) y después de varios años de experiencia en formaciones, he diseñado un producto con el que he “redondeado el círculo”.
Hago las formaciones presenciales en cinco pasos.
Cinco.
Ni en dos, ni en tres ni en cuatro.
En cinco.
Entonces, para evitar intercambiar emails con gente que lo mismo no está interesada, he creado una anti carta de ventas donde hablo de todo.
¿De qué todo?
Muy fácil.
-Te digo los cinco pasos de mi propuesta.
-Te digo lo que cobro.
-Te digo mi disponibilidad.
Y te digo lo que pienso de la gente que pone a otra gente a dar palmas, saltos y la conga en sus formaciones presenciales demenciales.
En fin, si quieres saber lo que puedo hacer por tu negocio y cómo enfoco estas formaciones, lo mismo esto te interesa:
Isra Bravo