Mi opinión sobre la humildad.

Ayer estuve en el norte. 

Dando una formación a uno de los doctores más brillantes de España. 

Un gran amigo de Mago More, que fue el que me lo presentó. 



Este tipo, el Doctor, es una eminencia. 

Es profesor de universidades de todo el mundo, incluidas las más prestigiosas de EEUU. 

También es articulista de revistas donde solo escriben los investigadores y científicos más TOP. 



Es, en definitiva, un tipo acojonante. 

Me enseñó toda su clínica. 

Más de 400 personas trabajando allí. 



Ingenieros. 



Científicos. 



Investigadores. 



Vendedores. 



Diseñadores. 



Me estaba resultando increíble que un tipo como yo, que no ha pisado un instituto, tuviera el privilegio de hablar con gente así. 



Sobre vacunas. 



Sobre investigación. 



Sobre tendencias…



El caso es que el Doctor no paró de tomar notas en toda la charla. 

Me preguntaba cosas. 

Mostraba interés auténtico. 

Se divirtió y aprendió un montón. 

No paraba de dar vueltas a cómo aplicar el copywriting a su marca. 



Fíjate, no tenía ni que venir a la charla… (era para la gente de marketing)

…y no solo vino, sino que me sorprendió su inmensa curiosidad. 



Un tipo que es una eminencia científica. 

Y sentía una curiosidad inmensa. 



Disfruté a lo grande. 

Tuvimos una charla posterior a la formación de más de una hora. 

Aprendí tanto sobre la filosofía de vida de la gente de éxito, que debería haberle pagado. 

Es imposible que un hombre así no tenga éxito. 

Es sencillamente imposible.



He dado formaciones de cómo utilizar el copywriting en atención al cliente en empresas muy potentes y algunos de los presentes, (normalmente el de marketing, que normalmente es el que menos sabe de marketing) no le interesa el tema. 

Pero no le interesaba el tema desde antes de que empezara con ello. 

Eso es lo contrario a la humildad. 

Humildad, esa palabra tan mal utilizada. 



A ver, haver, haber…

Me refiero a que mucha gente confunde humildad con inseguridad. 

Y la humildad, en mi opinión no solicitada de hoy, es ser una eminencia científica y que vaya a tu negocio un tío que hace cinco años descargaba camiones y no sabría distinguir un médico de un cocinero y le fascine lo que le cuentas y no pare de tomar notas. 



Bien podría haberme ignorado. 

Pero no lo hizo. 

Por eso, entre otras cosas, tiene éxito. 

Otras cosas te pueden faltar, pero curiosidad, nunca. 

Humildad nunca puede faltar. (De la de verdad, no de la de decir lo humilde y bueno que eres a cada paso que das, y opinar siempre por lo bajo por si molestas a algún capullo. Eso no es humildad, es miedo).



Bueno, yo soy un ignorante absoluto en casi todo. 

Pero profundo, profundo. 

Y si mañana me atropella un tren, me lloran cuatro un rato y el mundo seguirá girando. 

La gente se seguirá enamorando. 

Y mintiendo. 

Y queriendo. 

Y sufriendo. 

Y será maravilloso así. 

El mundo es eso y a mí me parece bien. 

No he venido a cambiar el mundo. 

He venido a tomar cerveza. 



Pero algo sí se. 

Que no te conozca nadie y levantar y hacer extraordinariamente rentable un negocio a base de una obsesiva (y sencilla y fácil de gestionar) atención al cliente. 

Todo eso lo voy a enseñar a los socios de mi membresía que se den de alta antes de este viernes a las 23:59h. 

Después, será tarde. 

Membresía de copywrirting.