Prueba.
¿El qué?
Prueba a escribir tu página de ventas y dársela a tu pareja, a tu hermana, a tu mejor amigo, a tu padre, en fin, a alguien que te quiera y eso.
¿Qué va a pasar?
Su opinión es casi seguro que te confundirá y te perjudicará.
Ya sea porque diga… “está muy bien”.
Ya sea porque diga, “esto es muy largo, la gente no lee”.
O porque diga, “he visto dos erratas, eso es lo que más debes cuidar”.
Sea por lo que sea, te van a dar muy malos consejos.
¿Por que son perversos?
¿Por que son idiotas?
¿Por que quieren hundirte y que no seas libre, cambies 7 millones de vidas en piloto automático y seas un referente en tu nicho como el gordo de Corea del Norte en Corea del Norte?
Pues no, simplemente ellos no son tu público ideal.
Están condicionados.
En definitiva, ellos no son el mercado.
Lo que digan, bueno o malo, no sirve.
Es lo que hay.
Bien.
Cuando un adolescente dice “me veo fea” o “mis padres se han separado por mi culpa” y queremos vender nuestros servicios a esos adolescentes…
No podemos limitarnos a decir sandeces tipo…
-Quiérete.
-Sé libre.
-Cierra los ojos muy fuerte y piensa que la riqueza está en el interior.
-Tú puedes. Tú sí que vales, tu cara me suena. La isla de las tentaciones.
No.
Hay que dibujar en sus cabezas utilizando el poder de la demostración.
Vale, ¿cómo se hace eso?
Lo enseño en mi formación de febrero.
Y lo mejor es que vienen detallados ejemplos de ver qué enfoque utilizar y que lo puedas implementar en tu negocio.
Sea lo que sea lo que vendas.
Creo que a mis queridos haters obsesionados que ven Isras Bravos como el niño del sexto sentido veía muertos, esta formación les va a molestar especialmente, es de esas que traerán muchos clientes por el boca a boca y montones de opiniones no solicitadas ni afiliadas.
Clientes que lo que buscan, simplemente, es aprender bien esta disciplina para ver mayor rentabilidad en sus negocios.
Es fácil de entender, lo enseñan en la vieja escuela.
Copywriting de alto nivel, aquí:
Isra Bravo
