Esto que te voy a contar es divertido.
Aunque no puedo decir el nombre del protagonista.
Ayer quedé con alguien que compró Copywriting para atrevidos hace casi un año o así, y que ahora ha comprado el nuevo curso.
Nos conocimos cuando compró el primero, resulta que vive al lado de mi casa.
Pues ayer, me enseñó su móvil y me contó que deja de leer la mayoría de los mails que recibe, pero que los míos siempre los lee.
Mientras me lo contaba se descojonaba. Bueno, y yo también.
-Mira Isra, estos mails son de mis empleados, para no sé qué de las nóminas. Están sin abrir. Mira el tuyo. Los abro todos los días. Jajajajjajja
Esto te lo cuento, porque muchas veces, cuando te suscribes a una lista te dicen, “no te preocupes, solo te voy a contar cosas que te interesen, yo también odio el spam.”
Pues vale.
La gente no odia el spam. La gente odia que la aburran.
¿Qué es Spam? ¿Vender?
Vaya negocio.
Si la gente se preocupara más por aprender a vender y menos por disculparse de hacerlo, pues les iría mejor.
Bien.
Yo no tengo un curso de “cómo pedir disculpas y luego vender porque soy muy majo y muy confiable y una gran persona y regalo mucho valor y tengo tantos valores que levito mientras preparo mis formaciones.”
Soy un tío muy normal.
Me gusta la cerveza, no viajar y jugar con mi pequeña a que somos detectives privados y tenemos que atrapar a los monstruos que nos han escondido nuestras chocolatinas.
Y como soy una persona normal, pues solo enseño qué cosas debes hacer y qué cosas no debes hacer para vender online sin complicarnos mucho la vida.
Solo eso.
Isra Bravo