Mira.
Da igual que tu servicio sea el mejor.
Da igual que lo sea tu producto.
Tampoco importa si es el más caro o el mas barato.
El más vulgar o el más especial.
Solo a un pardillo le preocupa todo eso.
Da igual cómo seas de simpático
o el polvazo que tengas o no tengas.
Da igual que prepares 3 vídeos
o que inviertas 20000 en publicidad.
Da igual que tengas muchos estudios
o que no tengas ninguno.
Da igual si tu padre apagaba sus cigarrillos sobre tus parpados
o si te consintió mucho más de lo que merecías.
Da igual si aquel día que soñabas con la que imaginaste que era la mujer de tu vida, solo era una que pasaba por allí para contar chistes. Da igual si soñabas solo.
Da igual si fuiste inocente y confiado y da igual todo lo que tenías preparado. Y también da igual si el dolor que te quema el alma apagará mañana o seguirá ardiendo bruto en tu lecho de muerte. A nadie le importa eso.
Da igual si eras el malote del colegio
o el chico silencioso del fondo. Da igual si eras una niña preciosa y popular o la chica gordita que escribía tímida sobre el chico que le gustaba y que jamás lo confesaba. Da igual si nunca lo supo, tú sí lo sabías. Es tu vida y tu orgullo y tu corazón.
Da igual que te digan que eres un genio 23 veces al día
o que alguien diga que eres basura.
Da igual, joder. Da igual.
Da igual que tus cursos cambien vidas de verdad
o las cambien de mentira. Y deja de detectar vendehumos con esa superioridad moral de los cojones tan aburrida y resentida. Hazlo con gracia o cierra tu boca de sermón dominguero, nene.
Da igual que te esfuerces.
A nadie nos importa lo que te esfuerces.
Nos da igual. Llorón. Plañidera. Primavera.
Nos da igual. Y tus lecciones de veganismo, ecologismo, feminismo o patriotismo, nos dan igual. A todos nosotros. Lo sepas o no lo sepas, lo aceptes o no lo aceptes, nos dan igual.
Da igual el cariño que le pongas a tu web.
O el tiempo que le dediques.
Crees que eso importa pero no lo hace en absoluto.
Lo único que debemos saber es que la gente compra lo que pueda entender más rápido y de manera más clara.
Y que si no sabes hacer eso bien, todo lo bueno que seas o dejes de ser, da igual. Lo que pienses sobre la vida, tu causa o tu negocio, nos da igual si no lo sabes vender.
Nos da igual.
Nos la suda.
Espero que haya quedado claro porque esto no admite discusión alguna.
Ahora, si necesitas ayuda para que la gente entienda bien rápido lo que vendes y lo vea meridianamente claro, tengo este curso.
Copywriting para atrevidos
Isra Bravo.