En mi opinión no solicitada de hoy, esta lección de persuasión es tan buena, que debería ser de pago.
Mira.
Cuando Michael Faraday inventó el motor eléctrico, supo que necesitaría una subvención para que aquello llegara a la gente de la calle.
¿Y dónde fue a buscar?
Pues al Ministro de Industria de la época.
-Señor Ministro, mire lo que he inventado… pero necesito dinero.
Y el Ministro, muy serio y muy Ministro, le preguntó…
-¿Y eso para qué sirve?
Bien.
Vamos a detenernos en este punto.
La respuesta de un copywriter azucarado 2.0 sería:
-Este motor enamorará a las personas.
-Hacer motores es mi pasión. Desde pequeño. Gané tres concursos en la escuela sobre inventar motores.
-Haremos un grupo “privado” en facebook para que todos los amantes de los motores podamos hacer “networking” y decir que la gente no valora nuestro trabajo y nos tratan como mecánicos.
-Iré puerta por puerta diciendo que estoy empezando como inventor y que tengo un motor eléctrico que les cambiará la vida.
-Llegaré al corazón de las personas con mis motores y mis valores.
-Les diré que necesitan mis motores para conquistar a su «burger» persona.
-Siempre he soñado con ganarme la vida como inventor de motores y esta es mi oportunidad.
-Yo te quiero. Yo te ayudo. Yo te amo. Mi misión es cambiar la vida de miles de motores.
Bueno, ya me entiendes.
Ahora…
¿Qué diría un copywriter de verdad?
¿Qué dijo, exactamente, el señor Faraday cuando le preguntó el Ministro para qué servía eso del motor eléctrico?
Su respuesta fue:
-Le podrá poner un gran impuesto.
Jajajajajaja
El Ministro lo tuvo claro:
-Subvención concedida. Den a este hombre lo que necesite.
Y así, de manera tan simple, logró la subvención.
Eso es copywriting. Me refiero para los adultos.
Isra Bravo