El otro día vi un anuncio y entré.
Era de una mujer que entrena vendedores y aseguraba tener la receta sobre…
“qué tenemos que hacer cuando un cliente nos dice que se lo tiene que pensar.”
Como en mi curso hablo de eso aplicando los principios de un abogado al que le daba miedo volar y que es uno de los sistemas más efectivos que jamás he conocido (y aplicado como copywriter), pues entré.
El vídeo era de 7 minutos y más o menos decía lo siguiente:
“Para mejorar las técnicas de conversión con aquellos clientes que te dicen que se lo tienen que pensar, debes fijar en esa misma reunión una fecha para que te de respuesta.
Aunque sea en una pequeña llamada de 5 minutos. Pero concretar una fecha para la respuesta. Así adquieres su compromiso.”
¿Qué así adquieres su compromiso? Ahora me entero…
Bueno, ¿esto es mejor que perseguir clientes? Si.
¿Esto es lo mejor que puedes hacer? Ni de lejos.
Diría que es algo bastante mediocre.
La mayoría de la gente pasará de ti, no te responderá ni la llamada y poco más.
Si eres una persona muy desorganizada te puede venir bien para saber que día te van a decir que no. Incluso la mujer se jactaba de ello y decía…
“Así por lo menos tendrás claro que día sabrás algo, aunque sea que no y podrás pasar a otra cosa y organizar tu agenda.2
Bien, ¿así se enseña cómo vender?
Vaya plan.
Mira
Yo no te voy a decir cómo tienes que organizar tu agenda…
Pero para el tema de que los clientes dudosos dejen de dudar, sin bajar precios, sin perseguirles, sin dar el coñazo y que sean ellos los que te persigan a ti…
Isra Bravo