Cuando arranqué mi negocio, sin conocer muy en profundidad el medio web, me encontré tres supuestos que eran imprescindibles para tener éxito.
-Regalar mucho valor para que vean que eres un gran profesional y mejor persona.
-No mandar muchos emails, que agobian y pareces spam.
-Ir a eventos presenciales o digitales para darte a conocer y que te pongan cara.
Bien.
Lo que hay que hacer con las opiniones mayoritarias, con las masas, es tirarlas a la basura. Ahí es donde deben estar.
Ruido. Solo es ruido.
Y todo ese ruido puede confundir a gente muy válida.
¿La razón?
Cuando uno monta un negocio tiene un montón de ideas, de cosas que fluyen en su cabeza. Le pasa a la gente lista.
La adrenalina, ya sabes.
Puede llegar a ser adictivo.
Oh
Adictivo.
Oh oh.
Muy adictivo.
Oh oh oh.
Y entre toda esa adrenalina y ese ruido la confusión es la que manda en el negocio.
Es lo que hay.
Entonces, en mi opinión no solicitada de hoy, hay que hacerse una pregunta.
Una pregunta muy importante.
Una pregunta que podría responder hasta un tuitero comunista.
Bueno, no sé, lo mismo me he pasado.
La pregunta es…
¿Qué es más importante para tu negocio de marcar personal, lavar y planchar y doblar tu ropa y hacer la compra o vigilar personalmente los emails de tus clientes y potenciales clientes?
Pues al becario le pones a lavar y a planchar y cuando acabe, le mandas a por los kiwis.
Y si necesitas aprender copywriting y quieres que te atienda personalmente a tus dudas, mira aquí:
Isra Bravo