Hace poco mandé un mail sobre Mike Tyson que tuvo bastantes respuestas.
El mail empezaba con una gran frase de Tyson… “Todo el mundo tiene un plan hasta que le sueltas la primera hostia.”
El caso es que antes de ayer me acordé por el mail que me mandó Alberto.
Alberto está aprendiendo copywriting para atrevidos y me dijo exactamente esto con relación al curso:
«He recibido bofetadas de realidad. Y dolían. Pienso en cómo he escrito mails y propuestas, presentaciones y ofertas y en todos los errores que he cometido.
Me ha flipado la sorpresa. Me esperaba alguna chorrada. Pero no, te lo has currado. Ahora toca aprender, estudiar, equivocarse y seguir.
Muchísimas gracias. Voy a aprender muchísimo.
Unas cervezas frías tienes pagadas en Madrid.»
No está el mail completo, era algo largo para ponerlo aquí y además de comentarme cosas que no quiero compartir, me dijo que le gustaba mucho la presentación, el tipo de letra, etc.
En realidad, de este mail no quiero hablar de que me quieran invitar a cervezas, que eso siempre es un gusto, de lo que quiero hablar es de las hostias de Mike Tyson que comenté en aquel mail y cómo lo expresa Alberto…
“He recibido bofetadas de realidad. Y dolían. Pienso en cómo he escrito mails y propuestas, presentaciones y ofertas y en todos los errores que he cometido.”
Esto es algo completamente normal.
Cuando empezamos, aprendemos algo y lo aplicamos con nuestra mejor intención y esfuerzo, pero muchas veces eso no es suficiente, tienes que profundizar, aprender de verdad, ir un paso más allá.
A veces, alguien te tiene que dar una buena hostia de realidad.
Aquí te puedes llevar unas cuantas, pero casi seguro que después me vas a querer invitar a unas cervezas:
Isra Bravo