Ayer estuve viendo la gran película The Founder.
Va sobre la vida de Ray Kroc y cómo se hizo con la cadena mc don al ds
La película es una lección de ventas de principio a fin, pero…
la lección de venta (y de vida, ya sabemos que es lo mismo) más fabulosa que una persona puede recibir, la narra el protagonista mirando a la cámara.
Dice así:
“Bueno,
Ya sé lo que pensáis.
Cómo es posible de un hombre de 52 años casi acabado y que vendía batidoras…
Creara un imperio de 1700 restaurantes, con unos ingresos anuales que rondaban los 700 millones de dólares…
Una palabra, persistencia.
No hay nada en el mundo que sea más poderoso que la persistencia.
El talento, no. No hay nada más común que hombres fracasados con talento.
La genialidad, no. El genio sin reconocimiento es casi un cliché.
Los estudios, no. El mundo está lleno de tontos con estudios.
La persistencia y la determinación son todopoderosas. Por si solas. Todopoderosas”.
Bien.
Esto es un muy mala noticia para la inmensa mayoría de la gente.
Y más en el mundo actual.
A la mayoría de la gente no le falta absolutamente nada para tener éxito con sus negocios o su vida.
No le faltan ideas.
No le falta el entusiasmo inicial.
No le falta mercado.
No le falta nada, excepto lo más importante…
Cojones. (O cojonas).
Lo que viene a ser la persistencia y la determinación.
En los negocios los cojones no son plantarse cinematográficamente en la puerta de un magnate y sacarle varios millones para tu proyecto.
Eso está bien, pero lo puede hacer cualquier pijo medio entrenado.
Los cojones son seguir y seguir y seguir.
Y eso no significa trabajar 20 horas al día.
Significa, cojones.
Bueno, pues esto, que supongo que no lo enseñan en ninguna escuela de marketing de varios miles de euros el diploma, es el único ingrediente imprescindible.
A partir de ahí, construyes grande.
Sin eso, olvídate.
¿Cuál fue el secreto de Ray Kroc?
Persistencia y determinación.
Solo eso. Todo eso.
Casi nadie lo tiene.
Solo con eso ya has ganado. Ya has tumbado a todos los flojos, vagos, pelotas, envidiosos, resentidos que viven más para tratar de destruir que de construir…
solo con perseverancia. Nada más.
Bueno, estoy convencido de que hoy día Ray Kroc mandaría un email diario y estaría años así.
Y no se rendiría si a los 15 días no ganó un montón de pasta. Eso es cosa de bebés.
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Isra Bravo.