Hace tiempo, escuché decir a alguien que uno de los mejores talentos que se puede tener, es detectar el talento de los demás.
No recuerdo a quién se lo escuché.
En mi opinión no solicitada de hoy, es una gran verdad.
Saber “arrimarse” (no hacer la “pelota” ni esperar favores) a gente que tenga un talento que sepas apreciar, es un talento en sí mismo.
Además, ver eso en los demás, un talento que para muchos pasa desapercibido, es muy rentable.
¿Por?
Imagina que quieres montar un negocio.
Si tienes el talento de ver talento, pues podrás rodearte de gente competente que te ayudará en tu negocio.
Si no tienes ese talento, cualquier patán de feria podrá estar en tu equipo haciendo que pierdas tiempo y dinero.
Posiblemente, una de las razones por las que muchos negocios fracasan antes de dos años, es porque detectar talento no es nada fácil.
Si fuera fácil, cualquiera sabría verlo y aprovecharlo. Sin embargo, pocos lo hacen.
Ojo, una cosa es el talento y otra la fama o la visibilidad. Eso pasa como con los músicos.
Fama y talento no tienen porqué ir unidas. Puede que sí o puede que no.
Y es, precisamente por eso, por lo que detectar talento es tan difícil. Porque mucha gente ve “fama” y ya piensa que hay talento.
En fin, me estoy enrollando.
En mi boletín de este mes (solo lo reciben los que compran el curso hoy hasta las 23:59h) aparece gente de infinito talento.
Como Gustavo Bueno.
¿Y qué más aparece en el boletín?
El poder de la limitación. Un enfoque psicológico que aplico en algunas cartas de ventas, y que utilicé en mi caso personal nada más arrancar el negocio.
Y la mejor manera de hacer crecer tu lista sin invertir ni un céntimo en publicidad, con suscriptores de máxima calidad mucho más proclives a convertirse en clientes.
Te lo explico con detalle en el boletín de febrero.
¿Y hasta cuándo podré hacerme con todo eso?
Hasta las 23:59h de hoy. Luego se acabó.
Isra Bravo