Una historia increible de atención al cliente.

Esta historia de atención al cliente lo mismo te interesa. 



Mira. 

Cuando tenía 12 años me fui con mi amigo Sergio, un macarra Cum laude, al Corte Inglés del Sol. 

En el centro de Madrid. 



Nosotros vivíamos en el sur y de vez en cuando íbamos al centro para jugar a los billares y mirar chicas. 

Solo mirar. 

Solo sabíamos mirar, que no es poco. 



El caso es que Sergio robó un juego para su consola en el Corte Inglés. 

No es por ir de inocente, pero yo no tenía ni idea de que iba a robar un juego. 

Me di cuenta al salir. 

Se sacó la caja del paquete y me dijo, 

«Mira, Isra, he mangado este juego». 



Yo lo miré a él, miré el juego y no dije nada. 



Días después Sergio se cansó y le dijo a su abuela que había comprado un juego en el Corte Inglés y que si le acompañaba para cambiarlo porque había perdido el ticket de compra y le daba vergüenza. 



La abuela, adorable como en los cuentos, le dijo que por supuesto. 



Yo estaba tan intrigado con lo que podría pasar de ir a cambiar un juego robado y llevarse a una abuela para hacerlo creíble que me apunté. 



Así fuimos los tres y la abuela le dijo al primer dependiente que se encontró que su nieto había comprado el juego. 

Que había perdido el ticket y que si se lo podrían cambiar por otro que ese no le gustaba. 

«Por supuesto, señora, que elija el juego que quiera». 



Esas fueron sus palabras exactas. 

«Por supuesto, señora, que elija el juego que quiera». 



Aquello me fascinó. Me pareció increíble. 



Así que salimos de ahí con un juego nuevo cambiado por uno robado.

La abuela no sabía nada y nunca lo supo. 

Nos habría corrido a hostias y con razón. 



Bien. 

El Corte Inglés (ignoro si mantienen esa línea) ha tenido siempre una atención al cliente espectacular.

Hasta el punto de cambiarte juegos robados. 

Hasta ese punto. 



Desde aquel instante he observado cómo atiende la gente a sus clientes y a sus potenciales clientes…

… y la atención, en España, es en general muy mala. 

Esto es algo que poca gente puede negar. 



Personalmente tengo mi particular obsesión por la atención. 

Y no va de cambiar juegos robados, claro. (Pero no dejes de mirar la profundidad de eso) 

Va de otra cosa. 

Muy sencilla pero que casi nadie aplica. 

Tengo tal obsesión por la atención y cómo hacerla para a su vez, hacer crecer mi negocio…

…que varias empresas me han contratado, exclusivamente, para que les asesorará en cómo deben responder emails de gente que ya eran clientes o estaban cerca de serlo. 



En realidad, muy pocas empresas se dan cuenta de eso y de la cantidad de dinero que pierden por ahí. 



Bueno. 

Si estás dentro de mi membresía antes de este viernes a las 23:59h te lo cuento todo.

Después, será tarde:

Membresía de copywriting.