*Ayer comenté la opinión no solicitada que me mandó un socio de mi membresía que tienen un estudio de diseño web.
Me dijo esto:
«Hola Isra,
hemos implementado los cambios que nos dijiste y macho, como si fueras el hada mágica de internet…»
Es un estudio de diseño que no utiliza imágenes para vender.
Eso le explota la cabeza a muchos.
Bien
El caso es que durante el email dije que diría el nombre del estudio, pero no lo dije.
¿Acaso es mentira?
Pues no, solo quería ver una cosa.
La vi y ahora ya puedo decir quién es porque ni una sola opinión no solicitada es imaginada ni afiliada ni pagada.
Es una opinión más, no pasa nada, en la lección de la semana que viene de la membresía se lo diré a los socios para que puedan mirar por si les interesa.
Ahora vamos a otra cosa.
Hace unas semanas me hicieron una entrevista en Telva.
¿Y?
Nada, que me preguntaron cosas de mi infancia y de lo agradecido que estoy a ser un disléxico tarado.
Me gustaría poder contar algo épico en plan…
cuando de niño no sabía escribir, me prometí a mi mismo que viviría de escribir y logré ganar el consurco de poesía de mi pueblo.
O algo así.
Pero no sería cierto.
Cuando era niño descubrí que me gustaban las fiestas de máximo dos personas.
Y que tenía que escribir para poner orden en mi cabeza y relajar el dolor.
Nunca pensé en nada más.
Luego de adolescente sí que soñaba con ganar mucho dinero y reconocimiento gracias a escribir.
Pero en realidad lo que estaba pensando era en follar.
En ser importante para follar mucho.
Disculpa, es que no tengo alma de poeta.
Soy de barrio y en mi barrio somos muy de follar y de descargar camiones.
Bueno, que me lío, en Telva me presentan así, por si te interesa el tema del copywriting:
«Isra Bravo se ha convertido en el copywriter más influyente de habla hispana y desvela sus métodos en su libro superventas Escribo porque me gusta ganar dinero».
Escribo porque me gusta ganar dinero. El libro.